100 días de Petro: Tanto en tan poco tiempo

No tengo costumbre de comentar sobre gobiernos en sus primeros 100 días de vida, algo usual en los diversos medios informativo, pero el de Gustavo Petro ha hecho tanto en tan poco tiempo que merece una atención especial, por ser el primer régimen de izquierda en una Colombia que siempre ha sido regida por entes conservadores.

El camino por atravesar no es fácil, ante una crisis mundial que afecta sobremanera a la nación suramericana, azotada por constantes lluvias causadas por el cambio climático.

Empero, el resultado de su gestión, el empeño por llevar sus promesas de campaña a la realidad, le ha contado la aprobación del 62% de los colombianos, incluidos algunos que habían sido sus detractores, de tal manera que encuestas conservadoras admiten casi un 50% comparándolo con el 27% del anterior régimen de Iván Duque en igual lapso.

De ahí que tengan fundamento, sin arengas excesivas, las diversas marchas de apoyo a su gestión, marcada siempre por los tiempos de cambio que se están sintiendo ya en la nación suramericana, tan sufrida y desgastada por más de 50 años de guerra, el narcotráfico rampante y el acaparamiento de tierras en muy pocas manos, mientras hay colombianos, muchos, que están en una pobreza extrema, con constantes asesinatos de sus líderes.

Y es que Gustavo Petro recibió una nación polarizada y entregada al clientelismo, por lo que satisfacer expectativas de votantes y opositores no es tarea fácil.

La nueva administración ha significado un giro de 180 grados respecto a la anterior, mostrando voluntad de diálogo, capacidad y liderazgo orientados hacia un propósito: hacer de Colombia potencia mundial de la vida.

Desde la posesión, gobierno y bancada han marcado un cambio en la relación entre economía y medioambiente, tanto a nivel local como global, ratificando el Acuerdo de Escazú e instando a la comunidad internacional a iniciar acciones para enfrentar el cambio climático. También se rechazó la denominada lucha contra las drogas de anteriores gobiernos con Estados Unidos, cuya estrategia ha significado despilfarro, dolor y muerte, además de violar la soberanía del país.

Además, se logró el respaldo de entes internacionales a la aprobada Ley de Paz Total por el legislativo, la cual implica abandonar la visión guerrerista para adoptar un enfoque de seguridad humana que permita superar las causas del conflicto.

En la arena internacional descolló Petro por su intervención en la reunión mundial sobre el cambio climático, en Egipto, abogando por un planeta sin carbón y petróleo; restableció las relaciones con Venezuela, defendiendo la postura de Caracas ante las injustas sanciones de Estados Unidos y sus aliados europeos, al tiempo que llamó a Washington a levantar el bloqueo que mantener desde hace más de 60 años contra Cuba, calificándolo de gran injusticia.

ELIMINANDO VENENO

Todo esto desdice el veneno proferido por algunos medios conservadores de que está gobernando mientras busca la aquiescencia de Estados Unidos. Así, ha logrado que Francia se comprometa a colaborar en la financiación de algunos de sus más ambiciosos proyectos.

Todo lo anterior se traduce actualmente en el avance de los diálogos con el Ejército Nacional de Liberación y grupos al margen de la ley, el reemplazo del servicio militar obligatorio por el servicio social para la paz, el inicio de la reforma agraria con la compra a de tres millones de hectáreas, la restitución de tierras que pertenecían a elementos ligados al latifundismo, y el desarrollo de estrategias para incrementar el consumo y producción local, formalizando la propiedad de la tierra para miles de familias.

Además, se presentó el proyecto del Ministerio de la Igualdad, entidad que permitirá superar el enfoque de mercado y establecer estrategias para cerrar brechas presentes en el país.

A su vez, se beneficiarán monetariamente a madres que sean cabezas de familia, mientras se abría a la población la posibilidad de participar e incidir en el Plan Nacional de Desarrollo, sacándolo del centralismo para incorporar voces y necesidades de los territorios.

Hay mucho más en este poco tiempo de Gustavo Petro en el poder, pero dejemos para lo último algo que también puede ser destacado en primer lugar del cumplimento del plan de gobierno:

La aprobación por el Parlamento de una reforma tributaria de carácter progresivo que permitirá recaudar 80 billones de dólares en cuatro años, gravando grandes patrimonios y altos ingresos, y estableciendo impuestos verdes y saludables para proteger ecosistemas y la salud de las personas. En este contexto, se dio el visto bueno al presupuesto 2023, con ampliación de la inversión social y el recorte de nóminas y cargos innecesarios.

Queda mucho por decir, y hacer, pero con lo enumerado, además de cumplirse el plan de gobierno, se respeta la generalmente violada Constitución de 1991 y las promesas petistas de campaña, garantizando derechos anteriormente vulnerados para la mayoría de la población.