Artistas cubanos califican de increíble concierto de Rolling Stones

El cantautor cubano Carlos Varela calificó aquí de bendición el multitudinario concierto de los Rolling Stones, quienes paralizaron La Habana por dos horas para ofrecer un espectáculo que quedará registrado en la memoria colectiva de los que estuvieron presentes.

Un terreno aledaño a la capitalina Ciudad Deportiva fue testigo la víspera del recital, catalogado como un gran suceso, que convocó desde muy temprano a capitalinos, cubanos llegados de diferentes provincias, y extranjeros.

Es una bendición que los Rolling puedan abrir un camino para el rock and roll cubano, tan jóvenes y tan viejos, sostuvo en declaraciones exclusivas a Prensa Latina Varela, quien tuvo la oportunidad de vivir también en 2009 una experiencia similar como artista participante en el concierto Paz Sin Fronteras en la Plaza de la Revolución.

Visiblemente emocionado y vestido totalmente de negro, como es su costumbre, el creador de piezas como Siete y Habáname fue uno de los tantos músicos y personalidades de la isla que estuvieron presentes en el concierto.

Para la joven artista plástica y modelo Rachel Valdés, ver tocar a sus "Satánicas majestades" en La Habana fue un gran momento para todos los cubanos. Más que un espectáculo es una oportunidad histórica para la música, para la cultura y para el pueblo en general, dijo a Prensa Latina.

Valdés tuvo la oportunidad de cooperar directamente con Mick Jagger, a quien ayudó con las frases en español que el músico dirigió al público durante la velada, devenida una fiesta del rock.

Jagger es una persona encantadora, ama Cuba y le encanta la energía nuestra. Estaba muy deseoso de compartir con el pueblo, agregó.

"Qué público tan chévere", expresó el líder de la banda en una de las tantas palabras a un auditorio que los veneró en cada tema que interpretaron.

También hubo momento para elogiar a la isla. "Gracias Cuba, por toda la música que le has regalado al mundo", manifestó.
Aplausos y ovaciones recibieron todos los miembros de la banda, en especial el guitarrista Keith Richards.

En el espectáculo, que contó con una tecnología de punta y más de mil 300 kilos de audio, algo sin precedente aquí, los Rolling desplegaron toda su magia y energía y reconfirmaron que su música no envejece y es para rato.