La movilización partió de las inmediaciones de la sede de Naciones Unidas y recorrió durante varios bloques las emblemáticas arterias neoyorquinas Calle 42 y Quinta Avenida, hasta llegar a la Torre Trump, residencia oficial del magnate inmobiliario antes de mudarse para la Casa Blanca.
Cantos antirracistas y de unidad dominaron el recorrido, al igual que pancartas en rechazo a las posturas antiinmigrantes expresadas por el mandatario republicano durante su campaña para llegar a la Oficina Oval.Al igual que en anteriores protestas, los manifestantes corearon "No es mi presidente", "Las vidas negras importan", "No en mi guardia" y "Trump sexista".
La marcha de la Gran Manzana tuvo lugar de manera simultánea con la convocada en la capital, Washington D.C., por organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres.