Ese funcionario se mantendrá con el cargo de más alto nivel en la nueva delegación diplomática, la cual continuará con sus actuales funciones de servicios consulares, operación de la cartera política y económica.
El pasado primero de julio, el presidente cubano, Raúl Castro, y su homólogo norteño, Barack Obama, comunicaron la decisión de restablecer relaciones diplomáticas y, en esa misma fecha, el Departamento de Estado notificó al Congreso que la Sección de Intereses se convertiría en la Embajada en La Habana.
Ambas partes han reiterado que el proceso de restablecimiento de nexos es largo, complejo y requiere del diálogo continuo e interacción, basados en el respeto mutuo.