Desde varios puntos parisinos, franceses de los más diversos sectores recorrieron calles y avenidas con pancartas y banderas hasta la plaza de la Nación, glorieta adornada por la escultura El triunfo de la República.
El rechazo a la división y al odio, los llamados a la unidad y la defensa del velo islámico estuvieron entre los reclamos de los manifestantes convocados por personalidades y organizaciones.
Figuras visibles de la política doméstica, como el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, y el secretario de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martínez, participaron en la marcha.
La protesta pacífica tuvo lugar en un tenso contexto, marcado por el ataque de finales de octubre en una mezquita de Bayona, en el país vasco francés, donde un miembro de la extrema derecha hirió de bala a dos personas y justificó la acción con el hecho de que fueron los musulmanes los que causaron el destructivo incendio del 15 de abril ?reconocido como un accidente- en la catedral de Notre-Dame.
También por la aprobación en el Senado, en primera lectura, de un proyecto de ley destinado a prohibir el uso de símbolos religiosos, entre ellos el velo islámico, a padres que acompañan a sus hijos en actividades escolares.
La masiva movilización dominical incluyó acusaciones al presidente Emmanuel Macron, a quien algunos responsabilizaron por atizar las posturas racistas y antiinmigrantes de las derecha tradicional y extrema.
Asimismo, contó con el rechazo al papel de medios de comunicación que agravan la polarización imperante en Francia.