En su alocución durante el tradicional rezo dominical del Ángelus ante miles de feligreses en la Plaza de San Pedro, el sumo pontífice ofreció a cada uno una corona de olivo realizada en Tierra Santa para el encuentro mundial de jóvenes en Panamá, en enero último, y la jornada que realizan hoy en todo el orbe con sus obispos.
Por lo tanto, dijo, renuevo mi llamamiento a los jóvenes, y a todos, para que recen el Rosario por la paz, especialmente por la paz en Tierra Santa y en el Medio Oriente.
Tras concluir la misa y el Ángelus, Francisco saludó a los cardenales presentes en el espacio consagrado a la entrada de la basílica, antes de desplazarse en el papamóvil entre la multitud, a la cual bendijo.
Aclamado a su paso en el vehículo abierto, Francisco atravesó la Plaza Pío XII y se adentró en la emblemática Vía de la Conciliación para saludar a otra parte del público concentrado en ese lugar.
El Domingo de Ramos, la iglesia católica y la mayoría de las denominaciones cristianas conmemoran cada año el día en el cual consideran Jesús entró triunfante en Jerusalén, antes de ser enjuiciado, condenado y crucificado.