Estuvimos diez semanas siguiendo la competencia, para ver quiénes integraban al final la banda más publicitada de los últimos años... y cuando por fin estuvo conformada, la propuesta musical que ofreció estuvo por debajo, al menos desde el punto de vista espectacular, de la mayoría de los arreglos del concurso.
A La Banda Gigante, el reality show de los domingos por la noche, no le alcanzó la gasolina para cerrar por todo lo alto.
Digan lo que digan, eso había que garantizarlo. Y no es que el tema en cuestión no tuviera potencial (es de hecho, el tema musical de los créditos, y en los créditos suena mucho mejor), sino que fue asumido como para cumplir con la formalidades.
No, aquí había que terminar con un arreglo pirotécnico, que ofreciera oportunidades de lucimiento a todos los solistas, como para que el respetable pudiera comprobar lo que estuvieron diciendo los integrantes del jurado durante todo el programa: que esta es una banda «todos estrellas».
Le faltó en sentido general algo de énfasis a este programa final... Pareció en todo caso una entrega más... De hecho, hubo jornadas mucho más vistosas que esta a lo largo de la competencia.
Pero el balance es positivo. Nos quedamos esperando la próxima temporada. A ver si allí, por fin, esta banda demuestra en grande su valía.