Contraria a la de Trump, quien no se reunió con nadie, el jefe de la diplomacia norteamericana dialogó con su homólogo Mohammed Ali al-Hakim, el titular del parlamento, Mohammed al-Halbousi, el presidente Barham Salih y el primer ministro Adel Abdul-Mahdi.
Y aún tuvo tiempo para recorrer la base aérea norteamericana de al-Asad y departir con los soldados para más tarde dirigirse a Erbil, la capital de la región autónoma iraquí del Kurdistán.
Allí fue recibido por el jefe del Partido Democrático del Kurdistán, Masoud Barzani, y el primer ministro, Nechirvan Barzani.
En Iraq, Pompeo cumplió la segunda etapa de una gira por Medio Oriente que inició este martes por Jordania y que lo llevará a otros seis países de la región.
El objetivo del secretario norteamericano en ese periplo incluye trasladar calma a sus aliados, tras el anuncio de la salida de las tropas estadounidenses de Siria.
Trump recibió duras críticas cuando realizó una visita sorpresa de tres horas a las tropas estadounidenses estacionadas en Iraq por no reunirse con ningún funcionario, algo que los locales tomaron como una burla a la soberanía nacional.
Según la oficina del presidente iraquí, Pompeo dijo que Estados Unidos desea establecer una relación distinguida con Iraq, un país al que la Casa Blanca estima como socio estratégico.