Thorpe vuelve a la palestra

Thorpe vuelve a la palestra
Fecha de publicación: 
24 Julio 2020
0
Imagen principal: 

Aunque a usted quizás este nombre no le diga nada, y está pensando en el excepcional nadador australiano, aquí abordaremos la figura del nativo-americano estadounidense Jim Thorpe, otro de los grandes deportistas que ha dejado su huella en los Juegos Olímpicos.

Fue en la edición de Estocolmo 1912, cuando Thorpe ganó en un día el desaparecido pentatlón, venciendo en cuatro de las cinco pruebas: longitud (7,07 metros), 200 metros (22,9 segundos), disco (35,57 m) y mil 500 metros (4:44.8). Seis días después se impuso en el decatlón, tras dominar la bala (12,89 m), altura (1,87 m), 110 metros con vallas (15,6 s) y de nuevo los mil 500 metros (4:40.1).

Su espectacular victoria en el decatlón representó superar el récord mundial de Agustín Menaul por casi mil puntos, y su escolta, el sueco Hugo Wieslander quedó a 692 unidades de diferencia de su notable registro de ocho mil 412 puntos.

Además, en todas esas pruebas estableció récords olímpicos que le duraron dos décadas, pero en 1913 el Comité Olímpico Internacional (COI) se enteró de que había jugado ligas menores de béisbol en 1909 y 1910 y cobró por alojamiento y comida, y le quitó sus medallas.

El escalafón se corrió y el oro del pentatlón recayó entonces en el noruego Ferninand Bie y el del decatlón en Wieslander, aunque ambos se negaron a recibirlas: "Sería injusto tenerlas en nuestro poder. Thorpe nos superó limpiamente y estamos felices de nuestras medallas de plata. Las de oro pertenecen al más grande atleta del mundo", declararon en su momento.

Los pieles rojas levantaron un monumento con su figura, a cuyo pie se puede leer: "James Thorpe, el más extraordinario atleta del mundo y al que más injustamente se le negó la gloria de sus triunfos".

Destruido económicamente, Thorpe soñaba con sus medallas de oro y mendigó para poder pagarse la entrada para presenciar los Juegos de Los Ángeles 1932. Alguien del público lo reconoció, se corrió la voz y el estadio en pleno lo ovacionó. Suplicando que le devolvieran las medallas, falleció de cáncer el 28 de marzo de 1953, pero no sería hasta 1982 que la presión hizo que la máxima institución olímpica rectificara y volviera a reinstaurar los oros al excepcional atleta, enviando dos réplicas a sus descendientes.

En enero de 1983, el entonces presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, entregó las dos medallas a seis de sus siete hijos, e hizo efectiva la resolución de restablecerlo como ganador de pentatlón y decatlón en los resultados oficiales de los Juegos de Estocolmo 1912, aunque de manera compartida con Bie y Wieslander.

Por eso, mientras se prepara Sendero luminoso, una película biográfica sobre su figura, en honor al significado de su nombre en lengua indígena (Wa-Tho-Huck), diferentes tribus de nativos americanos, el Congreso Nacional de Indios Americanos y sus descendientes piden que el bisnieto de Halcón Negro, el jefe de la tribu Sac,  sea por fin reconocido como único campeón olímpico de pentatlón y decatlón en esos Juegos Olímpicos.

La petición destaca que Thorpe se impuso al racismo de la época, que le obligaba a tener unas comodidades de viaje inferiores a las de sus compañeros de equipo blancos, cómo le robaron sus zapatillas minutos antes de competir en decatlón, o cómo los medios de comunicación minimizaban sus logros por su perspectiva racista.

Sendero luminoso sería la segunda película dedicada a su memoria, pues en 1951, todavía en vida el decatleta, Michael Curtiz dirigió El hombre de bronce, protagonizada por Burt Lancaster.

La injusticia ya no se puede borrar, y dejó huellas indiscutibles en la vida de Thorpe, pero la restitución de su nombre es lo menos que se puede hacer para honrar su memoria.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.