Ramiro en la memoria

Ramiro en la memoria
Fecha de publicación: 
1 Mayo 2020
0
Imagen principal: 

Acabó abril, el mes de la danza… y este ha sido un abril diferente para los bailarines, para los maestros, para los coreógrafos todos. Comienza mayo, y el primer día, la cultura cubana rememora a uno de sus grandes artistas, al maestro, al padre de la danza moderna en Cuba, Ramiro Guerra. 

Hace justamente hoy un año falleció en La Habana, dejando un legado inmenso: escuela, compañía, movimiento coreográfico.

En los salones del Teatro Nacional de Cuba se abrió un camino hace más de seis décadas. Ahí estaba Ramiro, concretando junto a otros artistas, lo que unos años antes hubiera parecido un sueño inalcanzable.

Y era, ciertamente, una aspiración ambiciosa. Pero sobraba talento, empeño, ganas de trabajar. Ramiro sabía que la danza escénica debía beber del patrimonio vivo de un pueblo… por eso no se encerró en la torre de marfil. El suyo fue un regreso a la semilla, que fructificó en una obra rica, renovadora. Fue la labor de un pionero.

Junto a Alicia, Alberto y Fernando Alonso, junto a otros fundadores, Ramiro Guerra integró la auténtica vanguardia de la danza cubana, la que se hizo cuerpo palpitante después del triunfo de la Revolución.
Sin ellos, sin él, y sin el apoyo de un entramado institucional, no hubiera sido posible.

Y Ramiro no solo fue el bailarín, el coreógrafo, el profesor… fue también el teórico, el compilador, el animador cultural. Porque la danza se siente, se vive… y también se piensa. 

La compañía que fundó, hoy Danza Contemporánea de Cuba, es uno de los puntales de las artes escénicas cubanas, ha sido madre nutricia de muchas agrupaciones a lo largo y ancho del país. 

Acabó abril, el mes de la danza. Y ha sido un mes diferente. Pero en sus casas los artistas siguen bailando. Siguen honrando una tradición. Siguen celebrando el privilegio de estar vivos, de crear.

Durante el pasado 29 de abril, Día Internacional de la Danza, los artistas colmaron las redes sociales. Y fue, también, un homenaje al gran maestro, a Ramiro Guerra.

Estos deseos de bailar, este talento para hacerlo, esta creatividad a prueba de crisis… son el tributo mayor, garantía de permanencia.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.