Propone la Unicef estrategias para la reapertura de las escuelas

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unicef), en su portal web comunicó de manera oficial a todas las naciones que han sido afectadas por el coronavirus y que en este minuto permanecen con los servicios educativos interrumpidos, estrategias a tener en cuenta e implementar para la próxima reapertura de las escuelas.

Para el recomienzo de centro escolares la Unicef recomienda que esto se comporte de forma progresiva y que se empiece primero por zonas donde se evalúen porcentajes más bajos de casos positivos y se limiten a pocos días de la semana o sólo a determinados grados o niveles.

Además, cada gobierno debe desarrollar un modelo de decisión para cerrar o reabrir estas instituciones si la situación lo exigiera por el rebrote de transmisión comunitaria. Las autoridades educativas deben fortalecer los mecanismos de comunicación y coordinación para promover el diálogo local y el compromiso con las comunidades, los padres y los niños en materia de educación.

Es preciso se formulen protocolos claros para el entendimiento del distanciamiento físico como es el escalonamiento del inicio y fin del día escolar y de los horarios de alimentación, y el traslado de las clases a espacios temporales o al aire libre. A los ministerios de educación como a cualquier colegio la organización sugiere que los pedagogos asuman prácticas correctivas para compensar el tiempo de instrucción perdido.

Plantea prepararse con políticas, procedimientos y planes de financiación, enfocado en operaciones seguras, para fortalecer la modalidad de aprendizaje remoto, incluido el conocimiento sobre la transmisión y prevención de las infecciones.

También aconseja la Unicef que se invierta más en agua, mecanismos y productos de saneamiento para mitigar las cadenas de transmisión de la Covid-19. Ante el riesgo de que este virus permanezca endémico, en las academias se debe aumentar el agua potable, las áreas de lavado de manos, artículos de limpieza, y en la medida que sea posible se debe ampliar el espacio entre inodoros o letrinas separadas por sexo.

Se deben priorizar los costos de suministros y servicios para limpiar y desinfectar a fondo las escuelas, promover la ejecución de buenas prácticas de higiene en todos los niveles y para todo el personal del sistema escolar, fomentar el uso de desinfectantes a base de alcohol o soluciones cloradas para las manos, y hacer hincapié en la importancia del uso responsable de los nasobucos o mascarillas de tela.

Cada centro debe tener público su protocolo sobre medidas de higiene. Esta información debe ser fácil de entender y estar incluso en idiomas minoritarios o braille. El personal de limpieza debe estar capacitado en desinfección y tanto como se pueda estos deben contar con equipos de protección personal.

Asimismo, se debe incrementar tanto la intensidad como la frecuencia de las actividades de limpieza y desinfección y mejorar las prácticas de gestión de residuos.

Por último, las políticas de cada país deben estar enfocadas hacia la protección de los maestros que corren un alto riesgo debido a su edad o patología prexistentes y a la continuación de la educación remota para estudiantes que no pueden asistir a las escuelas debido a circunstancias individuales. También se indica renunciar a exámenes menos importantes para concentrarse en los utilizados para graduaciones o el ingreso a la universidad.