La raza es una sola: Ser hombres y mujeres de bien, sin importar la piel

La raza es una sola: Ser hombres y mujeres de bien, sin importar la piel
Fecha de publicación: 
7 Junio 2020
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La NBA siempre ha sido una organización deportiva progresista y enérgica en el enfrentamiento al racismo. Lebron James (izq.), portavoz de muchos. Foto: Tomada de AS.

Antonio Maceo, Nelson Mandela, Muhammad Alí, Wilma Rudolph, Jesse Owens, Martín Luther King, Malcom X, Usain Bolt, Serena Williams, Enrique Figuerola, Driulis González, Ana Fidelia Quirot, Michael Jordan, Simone Biles, Idalys Ortiz, Mijaín López…

¿Se ha preguntado usted cuántos negros han inscrito páginas gloriosas en la historia de la humanidad?

¿Por qué tildarlos de esa manera, si en la génesis de la especie humana hallamos que precisamente en el continente africano comenzó nuestra travesía evolutiva?

Mucho ha llovido en el tiempo hasta nuestros días, tanto que pese a más de 130 años de abolida la esclavitud, exactamente 134, aún son manifiestas, abusivas y lacerantes las manifestaciones de racismo en cualquier latitud.

Estados Unidos lleva tatuado el peso de ese flagelo y al parecer tardará muchísimo en desprenderse de ese velo sombrío. El Ku Klux Klan y sus prácticas de linchamiento y hostigamiento brutales no solo en los denominados estados sureños, las desigualdades marcadas en el componente social a la hora de acceder a empleos, puestos de dirección, cargos políticos o cualquier rol que demande protagonismo, brillo y posibilidad de cambio para bien…

Las manifestaciones de cuerpos policiales en su manera de reprender, o reprimir para utilizar la terminología exacta que desencadenan en maltrato físico, abuso, y en ocasiones la muerte, como sucedió con el afroamericano George Floyd, cuya muerte ha desatado reacciones en todas las esferas de la vida, y lógicamente el deporte no ha estado exento de alzar su voz contra otra huella connotada del racismo.

Y es que no importa si se es estrella o un atleta que lucha por conquistar sus sueños, si se inicia en edad escolar o si tu obra ya descansa en el Salón de la Fama después de años retirado del deporte en activo… alzar la voz contra los desmanes no tiene edades, ni necesita de privilegios o esplendor para hacerse sentir.

Entonces era de presuponerse que muchos rostros, connotados o no, volvieran a pronunciarse en contra de una manifestación extrema del racismo.

Lebron James lanzó un triple de protesta, uno acompañado de esta frase: “¿Lo entiendes ahora o sigues viendo borroso? Permanece despierto” palabras que acompañó con la imagen del policía de Minneeapolis con la rodilla sobre el cuello de Floyd, y otra del exquarterback de los 49ers de San Francisco Colin Kaepernick, arrodillado previo al inicio de un juego entonando las notas del himno estadounidense, gesto que lo convirtió en un ícono a pesar de ser repudiado por casi la totalidad de los equipos de la NFL, una institución deportiva que al parecer no asume posturas muy vanguardistas a la hora de criticar o enfrentar semejantes desmanes.

Lebron y Kaepernick no han sido los únicos. Escribiendo estas líneas me vino a la mente la imagen de Jackie Robinson, primer pelotero negro en jugar en Grandes ligas con los Brooklyn Dodgers, y todos los trabajos o improperios que tuvieron que enfrentar tanto él como su organización, a pesar de un talento de otra galaxia para aquel entonces.

Pienso en Owens, desafiando en Berlín 1936 la imponente imagen de Adolf Hitler y el cerco del fascismo que cubrió aquella cita de los Juegos Olímpicos… duro aceptar que un negro se erigiese el hombre más rápido del mundo por sobre todos los otros sprinters blancos, especialmente los arios.

Pienso en Rafael Fortún acá en nuestra Cuba, en Kid Chocolate, Martín Dihigo y otros a los que también el racismo les dejó huellas en mayor o menor medida… claro, muchos me dirían que eso es cosa del siglo pasado, de otros tiempos.

¿Cómo explicarnos entonces lo que sucede una y otra vez en pleno siglo XXI? No exclusivamente en Estados Unidos, donde el rostro del racismo no se oculta y camina con pasos de eco ensordecedor entre todos sus ciudadanos, incluso en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

Sucede también, me atrevería a decir, que en casi toda la geografía de este planeta, con mayor o menor sutileza.

Kaepernick fue imitado por el futbolista Marcus Thuram, hijo del otrora estelar jugador del Barcelona Lilian Thuram, quien se ha convertido en un abanderado de la lucha contra el racismo, pero que también sintió en carne propia en algún momento de su carrera, la presencia hostil de ese flagelo.

Kareem Abdul Jabbar, una leyenda del deporte de los encestes, escribió un artículo en Los Ángeles Times criticando la dura realidad que viven los afrodescendientes en su país y encarando al presidente Trump por sus palabras ofensivas e incitación a la violencia extrema para reprimir las manifestaciones desatadas tras el asesinato de Floyd.

“El racismo en América es como polvo en el aire, no se ve aunque te esté asfixiando. El virus del racismo que infecta al país es más mortal que el Coronavirus…”, manifestó el otrora estelar pívot de los Lakers.

Otros como el alero de los Celtics Jayleen Brown, o el DT de los Warriors, Steve Kerr, también hicieron sentir sus voces.

Cabe señalar que Kerr y sus Warriors declinaron de visitar La Casa Blanca luego de haberse coronado en la NBA.

Alex Morgan, reconocida futbolista lanzó un cuestionamiento: ¿Cuándo serán tratados y respetados por igual los ciudadanos de Estados Unidos sea cuál sea su raza o género?

Otras estrellas cruzando el atlántico como el extenista Yannick Noah y el futbolista Kylian Mbappe igualmente se manifestaron, incluso al punto de hacer un llamado a combatir el racismo, pues para ellos no se trata exclusivamente de no ser racista.

Como contraparte hay otras instituciones deportivas que entre sus divisas siempre ha estado la de adoptar posturas antirracistas. Es el caso del Fútbol Club Barcelona, que incluso emitió un comunicado alegando que no cejarán en su compromiso de combatir esa y cualquier otra manifestación discriminatoria.

Si alguien en el mundo del deporte sabe lo que es sufrir manifestaciones de racismo, es Kevin-Prince Boateng.

“Me han hecho gestos de mono, tirado un plátano, me han dicho negrata, y me han tirado agua para que limpie mi suciedad…, sentenció a Sky Sports.

A propósito de esto cocinó la idea de que algún día ningún jugador o deportista negro acudiera a trabajar, y ejemplificó que bien pudiera ser el día del cumpleaños de George Floyd, no como falta de respeto, sino como una forma de honrar a la gente negra, destacó el nacido en Alemania al igual que su hermano Jerome, pero de padre ghanés.

Descorro estas líneas en busca de justicia, de justa medida e igualdad. De brillo propio más allá de color, creencias religiosas o inclinaciones de género.

Veo el ocaso de ellas, pero no vislumbro en el horizonte el fin de ese corredor sombrío donde se ampara el racismo.

Pienso en muchos atletas cubanos que han acariciado la gloria, y en otros tantos que lo harán. Porque sí, nuestra ascendencia africana nos hace tener íconos, en el orden de cientos, de tez negra y con mucho orgullo:

Figuerola, Héctor Rodríguez, Javier Sotomayor, Yipsi Moreno, Omar Linares, Estela Rodríguez, Erick López, José Antonio Guerra, Teófilo Stevenson… y tantos otros que no me alcanzarían las cuartillas para describir sus hazañas, en disímiles disciplinas, incluso esas de tiempo y marca, y apreciación artística, donde el componente subjetivo y la aversión pueden incidir en veredictos o jugarles una mala pasada a los protagonistas, anteponiendo raza o etnia a talento, como ha sucedido.

Quisiera invocar a la reflexión con algunas frases de personalidades en contra del racismo, para que si de algo sirve, usted despierte dispuesto a desterrarlo de una vez y por toda de sus acciones y gestos. Si cada uno de nosotros decide hacerlo, de seguro tendremos un mundo mejor y habrá muchísimos menos George Floyd:

  1. Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen o su religión.
  2. La diversidad étnica no debe convertirse en un peligro con el que perforar nuestros corazones.

                                         Nelson Mandela.

  1. Busco el día en que la gente no sea juzgada por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter.
  2. Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, con la justicia, soñar con la igualdad, y ojalá ya no tuviera la necesidad de soñarlas.

                                       Martin Luther King Jr.

  1. La paz no es solamente la ausencia de guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión, difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz.

                                   Rigoberta Menchú.

  1. El racismo es la mayor amenaza para el hombre, lo máximo del odio por el mínimo de razón.

                                 Abraham J. Heschel

  1. No hay odio de las razas… en la justicia de la naturaleza… Resalta la identidad universal del hombre. El alma emana, igual y eterna, de los cuerpos diversos en forma y color.

        1. Peca ontra la humanidad el que fomente y propague la oposición y el odio de las razas…

                                   José Martí

Comentarios

Muy de acuerdo con lo escrito. Todos los seres humanos deben tener los mismos derechos. Pero no estoy de acuerdo con el título del artículo. No somos iguales, y si existen diferentes razas.
CLARO QUE NO SOMOS IGUALES POR FUERA, HAY BLANCOS Y NEGROS Y CHINOS Y RUBIOS Y MORENOS Y PELIRROJOS Y PECOSOS HAY DE TODO EN EL MUNDO PERO TODOS ELLOS PERTENECEN A UNA RAZA, LA RAZA HUMANA LA CUAL UNA DE LAS COSAS POR LAS QUE SE ESTA DESTRUYENDO ES POR EL ODIO A ESE OTRO SER QUE SIMPLEMENTE NO TIENE EL MISMO COLOR DE TU PIEL CREYENDO QUE UNOS SON MEJORES QUE OTROS, Y COMO DIJO MARTI DIGASE HOMBRE Y YA SE DICEN TODOS LOS DERECHOS.

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