La Liga del Coronavirus

En definitiva el Real Madrid se acaba de proclamar campeón en la Liga española de fútbol, marcada por la pandemia del coronavirus.

Desde hace semanas, cuando era inminente la coronación de los merengues, se debate sobre si en verdad la ganaron los capitalinos, o la regalaron los catalanes, una disputa que no se sostiene porque si bien los blaugranas empezaron esta reanudación con un punto de ventaja, esa no es una diferencia definitiva ni mucho menos cuando faltaban 11 fechas, y también respondía a un resbalón previo de sus rivales ante el Betis, luego de haber ganado el Superclásico.

Además, los blancos habían sido mucho más sólidos ante los equipos fuertes del certamen, y los puntos dejados en el camino fueron casi todo contra los de la parte baja de la tabla. Lo cierto es que tras la vuelta del confinamiento, Zinedine Zidane puso a los suyos el chip de la victoria, y vencieron en todos los encuentros, mientras sus antagonistas de siempre hilvanaban varios pinchazos.

La otra mancha de la que se habla es del VAR, pero incluso obviando que se trata de jugadas polémicas y no de robos, las estadísticas demuestran que si se suma y resta lo pitado y dejado de pitar en toda la campaña, nada hubiese cambiado en lo alto de la clasificación.

Entonces, hay que ver las verdaderas razones de este triunfo, que pasan por una notable solidez defensiva (nada común en las huestes madridistas en la última década), y un ansia de victoria sin par. Todo lo contrario de lo que se veía en las filas blaugranas, con un equipo apático, un vestuario roto, un cuerpo técnico que no convence al grupo, y una directiva inepta.

El colmo fue su partido más reciente contra el Osasuna, en el cual no fueron capaces de ganar, ni siquiera teniendo un hombre más en la cancha. Es cierto que no dependían de ellos, pero la garra se muestra hasta el último momento.

A Zidane se le atizó durante casi todo el torneo por no recurrir a Gareth Bale y James Rodríguez, dos de sus jugadores más talentosos, pero al parecer los resultados le dan la razón, pues todo parece indicar que ninguno de los dos cumplía con sus exigencias físicas y técnicas.

Llamativo sí resulta que en esta coronación haya sido tan poco peso el gran fichaje del Madrid este año, Eden Hazard, quien se ha pasado casi toda la temporada lesionado. Además, sin un referente claro en la delantera, porque Karim Benzema no es un 9 de libro, otros futbolistas aportaron goles. Solamente Brahim y Militao, que han jugado bastante poco, no pusieron nunca su nombre en el marcador (pudieran intentarlo el domingo, que ya el Madrid no se juega nada), por lo que 21 de los 23 jugadores de campo de la primera plantilla lograron marcar.

Todos estos elementos llenan de optimismo a los fanáticos del club, que tiene pendiente una tarea bien complicada (darle vuelta al 1-2 ante el Manchester City en la Liga de Campeones), algo que ahora incluso se ve posible.

Todo lo contrario en la ciudad condal, donde la desesperanza hace mella y se pide, una vez más, la cabeza del técnico. Pero de eso hablaremos más adelante, de momento solo queda felicitar al Real por su conquista 34, en unas circunstancias más que especiales.