¿Dominio del dominó sobre el preciado bien que es la vida?

Se ha alertado hasta la saciedad que entre las conductas más efectivas contra el nuevo coronavirus figuran permanecer en casa, evitar las aglomeraciones y mantener un metro y medio de distancia entre personas, pero en algunas viviendas cubanas se juega hoy dominó en la sala o el portal.

Tal vez pudieran sus habitantes solazarse con las raquetas en una mesa de tenis de mesa, pero resulta incongruente para combatir el aburrimiento elegir un pasatiempo,en el cual los brazos suelen establecer contacto, es imposible desobedecer el teorema euclidiano sobre la  menor distancia entre dos puntos, y quimérico mantener la separación  recomendada por la Organización Mundial de la Salud en la grave encrucijada actual.

Cierto que, en condiciones de normalidad, ese entretenimiento constituye una opción para estrechar lazos de amistad, conocer y relacionarse con personas en un medio sano y distendido, pero resulta indispensable ahora recibir solo las visitas imprescindibles, desatar esos lazos, sin quebrarlos, y  mantener a buen recaudo durante el tiempo que prevalezca la amenaza del virus SARS-CoV-2, a niños y ancianos.

Como ya es de conocimiento de la población mundial, son los seres humanos que se encuentran en las edades extremas de la vida, los más propensos a perderla o a dañarla, luego de ser contagiados por el coronavirus, por lo cual deben encontrar en el hogar el resguardo más seguro, lo cual es responsabilidad del jefe del núcleo familiar.

El ambientalista y Máster en Ciencias, Mario Montero Campello, representante guantanamero de la Fundación Núñez Jiménez para La Naturaleza y el Hombre, se duele de esa indolencia, cuando  declara a la ACN que esta poblada urbe tomó la iniciativa de entregar, a través de los presidentes de los Consejos populares, un plegable del Gobierno y la Dirección Municipal de Salud Pública, donde se afirma que la batalla contra la COVID 19 se gana en el hogar.

“Ningún país cuenta con un sistema de salud como el de Cuba, para salir airoso en este trance que tiene al planeta en vilo, debido a la hasta ahora desconocida enfermedad infecciosa, a la cual debe incorporarse aún más la comunicación directa, vecino a vecino, y también la de las organizaciones políticas y de masas de la cuadra, cumpliendo siempre las medidas orientadas”, apuntó.

Montero Campello sentencia que tiene presentes las persuasivas respuestas de la especialista en medicina general integral que presidió la audiencia sanitaria efectuada en su CDR , hace varias semanas, para  fomentar la prevención contra la enfermedad infecciosa, al igual que a las  amables funcionarias del Gobierno Municipal que pusieron en sus manos aquel instructivo, y le recomendaron estudiarlo bien.

“Estamos seguros de salir airosos –dijo finalmente- de este gran combate, tal vez el más descomunal del Estado y la Salud Pública y el resto de los ministerios contra una epidemia, si cada cubano, está convencido y convence a quienes están bajo su amparo,  a su cónyuge, a su vecino, y al hijo de su vecino, de que la primera trinchera es la casa, y debe ser inexpugnable, lo cual se logra con un gasto de energía mayor que el de tirar con dureza una ficha sobre la mesa”.