Cubanos desatan su generosidad en momentos de pandemia

“Se necesita ahora más que nunca, templos de amor y humanidad que desaten todo lo que hay en el hombre de generoso y sujeten todo lo que hay en él, de crudo y vil”. Lo escribió José Martí en sus conocidas Escenas norteamericanas, hace más de dos siglos.

Y el matancero Yadian Pérez Bernal, de Colón, es uno de los tantos cubanos que han traído al más inmediato presente esa exhortación martiana.

En su perfil de Facebook anuncia que “Ya se encuentran listas 30 de las 60 caretas faciales que DONARÉ a la provincia de Matanzas para la lucha que enfrenta nuestro país contra la COVID-19, de ellas 10 están destinadas al grupo de Epidemiólogos de atención directa a los pacientes y contactos del municipio de Cárdenas y 50 al Hospital Militar de Matanzas”.

Es un joven emprendedor quien explica que esa idea surgió a partir de un grupo de WhatsApp formado por trabajadores por cuenta propia vinculados a la impresión, rotulación y grabado.

Entre todos debatieron sobre cómo confeccionar las caretas, según los recursos de cada uno y, luego, cuando Yadian intercambió con vecinos de su edificio, algunos de ellos se sumaron a la elaboración de este útil medio de bioseguridad.

Así, hay quien coloca los elásticos, quien recorta las micas que sirven como protector facial, mientras su esposa le ayuda hasta la madrugada con cada detalle de la producción, que debe simultanear con el cuidado del hijito de ambos.

Ese matancero, quien ha recibido innumerables felicitaciones y bendiciones en su muro por la labor solidaria y desinteresada que realiza, ha dejado anotado en su muro de FB:

“No puedo dejar de mencionar la ayuda del Intendente del municipio de Cárdenas que al solicitarle apoyo no le temblaron las palabras en decirme ‘Te voy a ayudar en lo que te haga falta’. Me siento muy cubano y nosotros nos caracterizamos por nuestra humanidad y solidaridad. Porque por mis venas corre sangre de una familia revolucionaria”.

Habitualmente, dichos medios de protección cuando son empleados por personal de salud, requieren el aval de instituciones especializadas en bioseguridad, pero ante tanta urgencia y tanto dolor, que incluye el contagio de más de una decena de nuestros trabajadores de la Salud, esta es una opción más, muy útil y bienvenida.

No es ni será la única en este tiempo de generosidades desatadas al que convocaba Martí.