Covid-19 en Cuba: La otra película

Covid-19 en Cuba: La otra película
Fecha de publicación: 
26 Marzo 2020
2
Imagen principal: 

Aquellas películas de catastrofismo, tan taquilleras y, hasta ahora, tan increíbles, se han salido de la pantalla.

Estamos viviendo en medio de uno de esos filmes. Pero, a diferencia de lo que proponían esos largometrajes hollywoodenses,  en esta oportunidad no son personajes llegados de Norteamérica, envueltos en un hálito de semidioses, quienes están salvando al mundo.

Tampoco seres de otros planetas ni poderes sobrenaturales están tirándonos un cabo.

No son pocos en el planeta aquellos que, desde sus pedacitos de vida, están esforzándose, incluso a tenor de su propia salud e integridad física, por enfrentar la pandemia.

Desde esta minúscula porción de mundo que es Cuba, más de medio centenar de valientes están ayudando en Lombardía, Italia. Tan admirable es su contribución, que el propio director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) graficó su mensaje de este lunes en Twitter precisamente con un video de los médicos cubanos arribando a tierra italiana.

“La solidaridad entre las naciones, la solidaridad entre los trabajadores de la salud, la solidaridad entre todos nosotros es la única forma de detener esta pandemia”, aseguró el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
 

Solidarity among nations, solidarity among #healthworkers, solidarity among all of us is the only way to stop this #COVID19 pandemic. #Solidarity. #coronavirus https://t.co/AbSEvLvnEt

— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) March 23, 2020

 

Quien fuera presidente de Ecuador, Rafael Correa, lo dijo desde la emoción: “Algún día le contaremos a nuestros hijos que tras décadas de películas y propaganda, a la hora de la verdad, cuando la humanidad necesitó ayuda en un momento en que las grandes potencias se escondieron, empezaron a llegar médicos cubanos sin pedir nada a cambio”.

Fronteras adentro

También fronteras adentro la solidaridad humana anda iluminando estos días oscuros. Hay que ver y escuchar a esos médicos, y a todo el personal de salud, que trabaja todos los días al borde del riesgo, y, lo más impactante, lo hacen con la naturalidad y el sentido del deber que únicamente distingue a los grandes.

Hace solo unos días, la colega villaclareña Lourdes Rey publicaba una entrevista a uno de esos galenos que trabaja directamente con los pacientes contagiados, y ese doctor, Ernesto Díaz Padrón,  Jefe del grupo que atiende los casos confirmados con Covid-19 en el hospital santaclareño comandante Manuel Fajardo, le había declarado:

“Lo que más duele es no abrazar a mi hija de 6 años, los otros dos varones entienden, tienen 11 y 14 años,  pero con ella ha sido difícil. Trato de no hablar de coronavirus en la casa, todo transcurre con normalidad en la familia. No somos héroes, cumplimos con el deber. Si hay algún heroísmo, en mi caso es contenerme a besarlos y abrazarlos”.

Es para inclinarse hasta el suelo en reverencia de respeto y admiración, es para conmoverse hasta el tuétano ante tanta sencillez. Así son los médicos cubanos.

 

 

Pero ese actuar pensando en el otro no solo lleva bata de médico. Creo que también es justo reconocer desde ya, por ejemplo, lo que están haciendo los periodistas cubanos.

Esa misma colega de Villa Clara, estuvo cerca, muy cerca del peligro –aunque bien protegida-, para poder escribir de “protagonistas anónimos en esta escalada contra la muerte”, como les llamó.

Pero hay muchísimos del sector periodístico que también están asumiendo riesgos para mantener informado al pueblo: quienes reportaron el atraque del crucero, quienes acuden día tras día, muchas veces en transporte público, a conferencias de prensa para actualizar sobre la enfermedad, aquellos que van a recopilar testimonios, de primera mano, de todos los que están en el enfrentamiento, mirándose de tú a tú con ese virus infernal.

 

 

Son muchos los trabajadores cubanos que igual lo están haciendo: los de las aduanas, puertos, aeropuertos, choferes…  Si los italianos aplauden desde sus balcones a los médicos, nosotros en esta Isla les damos los aplausos desde nuestros corazones agradecidos.

Cuidarte, cuidarlos, cuidarnos

Algunos han escrito sobre lo que al gobierno cubano corresponde hacer, y de hecho hace. Se repiten los verbos prohibir, establecer, garantizar, reforzar…

Pero cada uno de los cubanos también somos ahora gobierno, y esos verbos igual tienen que empezar por casa, por la individualidad de cada cual. La responsabilidad personal es lo primero.

Es muy lamentable contagiarse por irresponsabilidad propia para después exigirles responsabilidades a otros, incluyendo en primer lugar a nuestros médicos, al personal de la salud en general, que está en la primera línea de fuego. Y ellos también tienen familias, seres queridos, una vida propia que proteger.

 

 

¿Estuviste repartiendo besos y abrazos a todo el mundo; te bajaste de la guagua, llegaste a no sé qué lugar y no te lavaste las manos, te sumaste a una aglomeración de personas, “pechito con pechito”, y después, cuando te sientes mal vas corriendo a ver al médico? Ese comportamiento irresponsable hoy se llama egoísmo.

Sí, rebasaremos esta pesadilla y vendrán luego nuevas películas contando los cómo, los quiénes. Ojalá sean pocos quienes tengan que avergonzarse al verse retratados en aquellos personajes que encarnarán la indiferencia, la falta de solidaridad.  

Comentarios

Responsabilidad, percepción del riesgo, es ahí donde está la clave para ser fiel, primero que todo, con nosotros mismos, y de ese modo, corresponderle a todos los que hoy se exponen al peligro ya sea para curar a los enfermos dentro o fuera del país, mantenernos informados, realizar el traslado de algún paciente, gobernar, etc. Si eres una persona irresponsable, no cumples las medidas higiénicas necesarias, si te arriesgas pensando que a ti no te va a tocar, le estarías dando la espalda, por ejemplo, a la enfermera y el paramédico que trasladaron los primeros turistas contagiados, con el riesgo que ello representó, a esos cientos de cubanos que han dejado los suyos atrás para curar a otros que lo necesitan, a los que de manera permanente están en los sitios de aislamiento sin el abrazo de sus hijos, también a los que se han recuperado de la enfermedad y le han pedido a todos que se cuiden. ¡Cuidate cubano, cubana!, cuiden a su familia, no es retórica ni consigna, es un mensaje de amor del alguien que te quiere vivo.
Realmente estamos en riesgo, pero asi nos lo enseñó Fidel, si hemos corrido riesgos fuera de Cuba, como no hacerlo en nuestra querida tierra.
oscarl.pereira@infomed.sld.cu

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.