Rusia 2018: Brasil y Suiza, fieles a los vaticinios
especiales
En el Otkrytie Arena los de Tite salieron a buscar la victoria, clasificación y liderazgo de la llave, con Neymar dispuesto y un Paulinho bastante acertado tanto en la recuperación como dándole salida del plantel, una suerte de líbero con libertad de movimiento.
Ante 44 190 aficionados, la Canarinha tuvo los primeros compases fiel a su tradición futbolística: tocando el balón y generando ocasiones por los laterales con William y Ney.
Al minuto diez sucedió algo inesperado: Marcelo tuvo que ser sustituido por Felipe Luis producto de una lesión en su muslo izquierdo. Perdió algo de verticalidad en ataque la selección auriverde, pues Luis tiene un corte mucho más defensivo. Tras esa modificación forzosa aumentó la movilidad de Paulinho y su conexión con sus coequiperos del frente ofensivo.
Precisamente por el sector izquierdo se generaron las mayores ocasiones, luego de que los brasileños se hicieran del control del balón, no sin sentir la presión del medio campo serbio.
La jugada del primer tanto llegó derivada de la combinación Coutinho-Paulinho, al más puro estilo Barcelona: el primero lanzó un trazo largo próximo al círculo central y Paulinho se anticipó a la salida del portero Stojkovic, luego de haberle ganado las espaldas a dos marcadores, para puntear el balón y cambiarle la trayectoria hacia las redes. Corría el minuto 36, y el contención brasileiro se convirtió en el jugador número 79 de esa nación que marca en Mundiales.
Así se fue la primera mitad, con dominio de la armada de Tite, pero no ese tan sólido que exhibieron en los partidos amistosos y las eliminatorias sudamericanas. Aún no carburan al 100 % en Rusia desde mi perspectiva.
El complementario mostró a una Serbia más atrevida, decidida a ir por la paridad e incluso dominante en un lapso de 15 minutos. Tuvo que exigirse en par de ocasiones Allison, Mitrovic no materializó ninguna de sus opciones y cuando Serbia parecía dominar el encuentro cayó el segundo tanto brasileño salido de la testa de Thiago Silva, tras tiro de esquina de Neymar. El reloj devoraba el 68 y Brasil se afianzaba, fiel a una estadística que arroja que ha ganado 31 de 32 choques en fases de grupo en los que ha ostentado ventaja de 2-0.
La pizarra se mantendría inalterable, con opciones divididas en los últimos diez minutos y Renato Augusto oliendo el césped del Otkrytie Arena.
Estadísticamente el Scratch fue mejor: 13 disparos a puerta, de ellos seis entre los tres palos por 10-1 de sus adversarios. Superiores igualmente generando corner, con balance de 9-5 y como habíamos comentado, controlando los tiempos de juego con ligera mayoría de 56-44% de posesión.
Suiza pasa pero…
A los suizos cuando se inició su duelo frente a los ticos, solo les servía el triunfo para avanzar tranquilos. De hecho, marcaron primero en el Nizhny Novgorod Stadium, pero hasta ese minuto, como tampoco sucedió luego, se mostraban convincentes. Más bien parecían estar siendo dominados, asfixiados por el buen desempeño costarricense.
Respiraron cuando en el 31 Dzemaili recibió un buen pase de cabeza de Embolo y, completamente solo frente al área chica, envió un derechazo al fondo de la red.
Ese fue el pictograma de la primera mitad, con opciones ofensivas, buena química y entendimiento entre sus jugadores, pero sin la anhelada definición y diana. Su imagen, superior notablemente a la dejada versus Brasil y Serbia. Los responsables de ese cambio, Colindres y Campbell con mayor claridad, sumados al buen quehacer de Bryan Ruiz, Oviedo y Gamboa.
Al 56 llegó el premio al esfuerzo. Kendall Watso cabeceó u tiro de esquina y puso el primer abrazo en el marcador.
La tónica del partido no varió mucho. Campbell hacía magia a pura velocidad y botines, los ticos continuaban siendo incisivos por los laterales y los helvéticos quizás atestiguaban su actuación más pobre de la cita.
Sin embargo se adelantaron nuevamente: Drmic disparó de primera tras un pase desde el costado derecho, un misil inatrapable para el curtido Keylor Navas. Hasta un penal tuvieron a su favor los ticos en el epílogo, pero el cobro de Bryan Ruiz dio en el larguero. Instantes después el meta Yan Sommer la coló en propia puerta.
“No estamos del todo satisfechos con el rendimiento. No pudimos controlar el juego, así que será difícil en los octavos de final. Suecia es físicamente muy fuerte”, expresó Valon Behrami, mediocampista suizo al terminar el encuentro.
Mientras, el DT Vladimir Petkovic acuñó: “Para nosotros, es muy importante que hayamos logrado pasar a la siguiente fase. Fue el objetivo mínimo que nos propusimos alcanzar. Ahora podemos enfocarnos en nuestro próximo oponente. Estoy seguro de que todos los jugadores darán el 120 por ciento y creo que el equipo puede hacer frente al reto”. Algo que les será sumamente imprescindible si sus aspiraciones pasan por acceder a cuartos de final.
Con esos resultados, las 32 selecciones presentes en Rusia, al menos anotaron un gol.
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