Juego de las Estrellas: Pinar, una justa sede

Fue Pinar el equipo que mayor impacto causó en los inicios de este torneo, con un paso arrollador, y aunque ha decaído en las últimas subseries, sigue siendo un contendiente a tener en cuenta no solo para pasar a la segunda ronda, sino también para levantar el título a inicios del próximo año.

Según explicó la dirección nacional de béisbol, para escoger a la provincia sede se tomaron en cuenta tres aspectos fundamentales: los resultados en la presente campaña nacional, el interés de las autoridades de celebrar el juego, y las ocasiones en que las provincias preseleccionadas habían efectuado el esperado desafío.

Así las cosas, como en los dos primeros aspectos había bastante paridad entre estas tres candidatas, se fue entonces a la historia y el honor recayó en Pinar, que acogerá el concierto de lujo de nuestra pelota por segunda oportunidad, pero no lo hacía desde 2001. Las Tunas tuvo la oportunidad en 2015 y la capital cubana ha sido la que más veces ha tenido a los mejores en su grama.

A nuestro juicio había una cuarta candidata, Artemisa, empeñada en permanecer más allá del juego 45, aunque también se mencionó a Ciego de Ávila, pero en resultados estaban por debajo de las otras tres.

En cualquier caso, nos parece que la Princesa de Cuba reunía todos los requisitos para ser premiada, esta vez con el aliciente de que también será allí la selección de los refuerzos de los seis equipos que animarán la segunda fase de la actual Serie Nacional.

Según se anunció, esta fecha, crucial muchas veces para determinar al futuro campeón de la Serie, será el viernes 20, al día siguiente se realizará el juego de los veteranos, y el domingo el de las estrellas actuales.

Todavía no se aclaró cómo se seleccionará a los integrantes de las escuadras Orientales y Occidentales, pero suponemos que además de los criterios de los especialistas, se tome en cuenta el voto popular, como ha sido casi siempre en los últimos años.