Bonaire: de Holanda a Cuba, porque el Caribe nos une
especiales
Situada al sur del Mar Caribe, Bonaire es un municipio especial integral de los Países Bajos y miembro de los países y territorios de ultramar de la Unión Europea, la colonización holandesa les trajo su idioma y muchas de sus costumbres, pero también el mestizaje típico de esta región, la presencia africana y la diversidad que nos caracteriza.
La gobernadora de Bonaire, Evelina Betancourt, expresó a Cubasí sus expectativas sobre la presencia de esta isla en la Fiesta del Caribe:
“Para nosotros es muy importante, porque siendo una isla muy pequeña, no es fácil para nosotros poder ir a otro lugar y hacer programas y cosas así, entonces este festival es muy importante, porque viene mucha gente visitando a Cuba y nos podemos dejar ver, mostrar qué tenemos y entonces que se animen para visitarnos también y para después, si de Cuba quieren salir a hacer música, a ver la parte cultural, para nosotros será siempre bienvenido…”
Cerca de 18 mil habitantes tiene Bonaire, hablan oficialmente el neerlandés y el papiamento, una mezcla de español y afroportugués, pero también se conoce el español y el inglés, sobre cómo llevar esa doble condición de europeos y caribeños también nos comentó la señora Evelina:
“Para otros puede ser muy difícil, para nosotros no tanto, porque levantamos con eso, siempre en la escuela estábamos orientados a Europa, no sabíamos muchas cosas del Caribe, pero ahora estamos viendo que los vecinos, las otras islas, también están junto con nosotros y ellos hablan bien español y todo eso y así empezó que ahora tenemos más contacto con otras islas y es muy importante para nosotros…”
A Cuba se le conoce en Bonaire por su desarrollo en el deporte, pero lo más importante, afirma la gobernadora “es la música, es lo que más se conoce de Cuba y nos interesa también hacer intercambios, que puedan ir músicos cubanos y presentarse allá, por ejemplo.¨
Por lo pronto, llega Bonaire a la mayor de las Antillas con sus bailes de origen africano, la rumba, el merengue y el carioca, el joropo y el jazz, sonará en el verano cubano el ritmo de un pueblo que pretende encontrar mucho más que arte entre los cubanos:
“También sentimos la necesidad de comunicarnos con nuestros familiares que hace muchos años vinieron a Cuba a trabajar, pero nunca regresaron y si la gente oye que es dedicado a Bonaire el Festival dirá “ah, Bonaire, de ahí era mi bisabuelo y se pueden reencontrar los familiares.”
Y es que de eso se trata, de recorrer los hilos de la familia alegre, grande, única y diversa que somos a través de las aguas, la historia y la cultura del Caribe que nos une.
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