Los expertos confirman la colaboración de Walesa con la policía secreta comunista
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Estas acusaciones habían sido lanzadas en el pasado y el expresidente, actualmente de 73 años de edad, siempre las desmintió, inclusive la semana pasada, cuando los resultados de esta investigación fueron filtrados a la prensa.
Este martes viajaba hacia América Latina para participar en una reunión de premios Nobel en Bogotá y no hizo comentarios sobre las afirmaciones del IPN, pero su representante, el abogado Jan Widacki, declaró a la cadena de televisión Polsat News que "el caso no está cerrado actualmente", y que podría solicitar una nueva pericia grafológica.
El fiscal general adjunto, Andrzej Pozorski, jefe de la Comisión de Persecución de los Crímenes contra la Nación Polaca, que integra el IPN, afirmó este martes durante una conferencia de prensa que la colaboración de Walesa con la SB "no despierta la menor duda".
Citó varios documentos manuscritos atribuidos al expresidente, entre los cuales su declaración de colaboración con la SB fechada el 21 de diciembre de 1970, firmada con su nombre verdadero y su seudónimo en clave, 'Bolek', así como diecisiete recibos por sumas de dinero entregadas a 'Bolek' entre el 5 de enero de 1971 y el 29 de junio de 1974, por un total de 11.700 zlotys (el equivalente a unos cinco salarios mensuales medios de la época). 'Bolek', por su parte, entregó a la SB 29 informes manuscritos.
Pozorski declaró que su autenticidad había sido demostrada por expertos del Instituto de pericias judiciales de Cracovia, que los compararon con numerosos documentos manuscritos de Lech Walesa sacados de archivos oficiales: solicitudes de pasaporte o de documentos de identidad, entre otros. Walesa había rechazado brindar a los investigadores muestras de su caligrafía.
- Rol histórico -
Por su parte, el presidente del IPN, Jaroslaw Szarek, estimó que la consciencia que tenía Walesa de la existencia de estos documentos pudo influir en algunas de sus decisiones al frente de Solidaridad, inclusive después de la caída del comunismo, y en su etapa como presidente de Polonia, entre 1990 y 1995. "Esta pregunta continúa abierta", dijo.
No obstante, añadió que el IPN "no tiene la intención de borrar a Walesa de la historia de Polonia".
Ante la reciente ola de sospechas, partidarios de Walesa, pero también historiadores, tales como los profesores Andrzej Paczkowski y Jan Zaryn, e inclusive algunos de sus adversarios han estimado que estas acusaciones no disminuyen para nada su rol histórico.
En 2000, un tribunal especial había declarado a Walesa inocente de haber tenido cualquier colaboración con la policía política. Según la ley, el plazo legal para apelar esta decisión es de diez años, por lo que esta investigación no puede ser reabierta -a menos que el propio interesado lo solicite.
El asunto fue relanzado en febrero de 2016 después de que los investigadores del IPN dieran con el expediente personal de 'Bolek' en el domicilio de quien fuera ministro del Interior comunista, el general Czeslaw Kiszczak.
Como Walesa había negado la autenticidad de los documentos del legajo, el IPN abrió una investigación sobre una hipotética falsificación por parte de los agentes de la SB. Fue precisamente en el marco de esta investigación que demandó la pericia grafológica.
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