El voleibol cubano a camisa quitada (II)
especiales
El 2017, por más que intentemos sentir lo contrario, será un año de nostalgias para el voleibol cubano. Las ausencias de nuestros elencos élite de sala de la Liga Mundial y el Grand Prix dejarán un vacío incuestionable. Desde su quinto escaño en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la dupla de voleibol de playa de Sergio González-Nivaldo Díaz vino a convertirse en un bálsamo para todos los amantes del deporte de la malla alta, entre los que me incluyo.
Tras semejante performance, que incluyó victorias sobre parejas mucho más curtidas como los anfitriones Pedro Solberg-Evandro Oliveira séptimos del ranking World Tour 2016; y los letones punteros del circuito Janis Smedins-Aleksandrs Samoilovs, por mérito propio la dupla antillana merece codearse con sus homólogos de la élite, y así lo manifestó la Federación doméstica en la discusión de la estrategia anual de la disciplina y en contacto con la prensa especializada.
Con proyección de podio a largo plazo de cara a la cita bajo los cinco aros de Tokio 2020, tiene como prioridad la inserción del dueto Sergio-Nivaldo en el exigente periplo, como preámbulo preparatorio de cara al Mundial de Austria (24 de julio al 6 de agosto), al cual también se potenciará el dueto principal femenino.
Al decir del presidente de la Federación, Ariel Saínz, tres posibles variantes de participación tentativas tendrán los nuestros, en una reaparición tras el último recuerdo del año 2008, quienes producto de roce casi nulo al máximo nivel aparecen anclados en un discreto escaño 31 del escalafón universal en tanto sus homólogas se ubican en el 67.
Mucho ha llovido desde entonces, con inscripción, sistema de clasificación y desarrollo de la competición distinta a la de ese entonces.
Por tales razones, los nuestros estarán urgidos de asistir a torneos de clasificación en algunos casos, pues no poseen la ubicación para entrar por escalafón al draw principal de 32 binomios. Incluso lográndolo, puede que en ninguna parada de las que se presenten, logren estar en el cuadro de honor.
Hablamos de mayor exigencia frente a un alto nivel y experiencia competitiva de los oponentes, maestría deportiva, y garantía mínima de cuatro paradas, además de incluirlos y aspirar a estabilizar su participación en los eventos de mayor pedigrí en el circuito Norceca, entiéndase Canadá, Estados Unidos, Puerto Vallarta en México.
Tres variantes de tour mundial a la vista
Según ahondó Saínz, la primera variante de fogueo en el Tour Mundial prevé la presencia en ocho paradas del periplo, con bases de entrenamiento intermedias en un centro de la FIVB con cuartel general en Mallorca, España, pues tiene esa entidad voluntad de apoyar a nuestro elenco. El tema es llegar allí, pues los restantes servicios serían gratuitos y serviría como punto de partida para irradiar hacia las distintas paradas previstas.
El Tour Mundial es una justa surgida en 1987, que cuenta con 20 paradas diseminadas a lo largo de la geografía europea, americana y asiática, y al decir de Saínz, ocho sería una cifra elevada para incursionar Sergio-Nivaldo. Según cálculos estimados, hablamos de un costo diario por hombre de cerca de 164 euros en Europa. Eso sumado a 500 dólares por concepto de inscripción y colocar valor agregado de transportación, en una propuesta de 90 días. Hablamos de un alto gasto proveniente del fondo de la Federación doméstica para su desarrollo y asegurar su preparación de cara a la cita del orbe.
Además, se prevé buscar las paradas del circuito Norceca más exigentes, con otro presupuesto aparte y la inclusión de la segunda dupla, pues Daisel Quesada Sardiñas, en una curva de rendimiento lógica, deberá acompañar a Nivaldo en Tokio 2020 como componente en ese principal elenco.
La segunda opción contempla seis fases. Tres iniciales estarían en un rango cercano de fecha y ubicación geográfica. Se trata de dos paradas en China y otra en Tailandia. Las mismas tienen como propósito adiconal desde el inicio de ciclo buscar un acercamiento a esa cultura, régimen de vida similar a las que se pudieran enfrentar en Tokio. Contempla después de junio el regreso a La Habana, realizar sesiones de entrenamiento, y prestigiar la fase del Tour Norceca de Varadero, antes de partir al Mundial.
La tercera prevé cuatro participaciones, el Mundial en agosto y la participación de la primera dupla en suelo de Estados Unidos, Canadá y Puerto Vallarta.
El femenino es harina de otro costal. Pretende continuar su evolución en el área Norceca con un grado de compromiso mayor, pues su no clasificación a Río, puede considerarse un fiasco, al decir del propio Saínz, luego de desechar la oportunidad de vencer a Costa Rica en la lid clasificatoria correspondiente, ciertamente la opción más clara, pues Estadounidenses y Canadienses, tenían sus parejas sembradas por su ubicación entre las 16 mejores del escalafón. Frente a las ticas, ni siquiera naufragaron ante su primer dueto, sino que lo hicieron ante el segundo. Sin embargo, con posterioridad ese binomio de Cuba se impuso sin mayores contratiempos en la fase de Varadero. En su caso no está definido aún el primer tándem, pues Lianma Flores, recién se incorporó a los entrenamientos tras culminar sus estudios de Licenciatura en Cultura Física y no posee la forma deportiva óptima para asumir los compromisos competitivos más inmediatos.
Hay algo que llama la atención en esta modalidad: primero, no se practica en todas las provincias del país, pues la tradición y terrenos de arena con condiciones se concentran en La Habana, Ciego de Ávila, Cienfuegos, Villa Clara, y Matanzas.
Otra señal de alerta, es el hecho de la pobre promoción de talentos a las preselecciones nacionales. Pese a estar presente, junto a otras ocho disciplinas en las 16 Eides del país y con una matrícula de practicantes sistemáticos fijada en cerca de 1 900 atletas. De ellos 50 son de perspectiva inmediata para integrar la plantilla de las preselecciones nacionales. Eso sin contar un volumen de efectivos extra que entrena en áreas especiales, nunca menor de 750 en cada territorio.
Relacionado con esto, la única provincia que se mantiene con aporte estable a la matrícula de 88 miembros que posee la Escuela Nacional es La Habana, con 19, puntualizó Saínz.
Eso sin contar que los certámenes domésticos, especialmente en la playa, no poseen todo el rigor que se necesita. Precisamente por eso, se hizo necesaria la modificación del campeonato doméstico, en alguna medida para atemperarlo en fecha con las dinámicas de contratación en Clubes.
Realidades, con la mirada puesta en el voly de playa en este caso. Otros temas asociados al patrocinio aún están en la palestra pendientes de análisis objetivo, pero aún no ha habido una intención formal, manifiesta por escrito de oferta alguna de patrocinio, aclaró Saínz.
Hay algo que merece ser aclarado. La participación sostenida en el Tour Mundial se corresponde con los resultados de la dupla en ese entorno. En nuestro caso, cada nueva parada constituye una inversión, pues sin sponsors, y con una dosis de fondo considerable, además de contemplar los procesos de remuneración a tono con nuestra política, devienen una inversión sin retorno.
Espere en nuestra próxima entrega, una radiografía al voleibol de sala, sin dudas el que más preocupa entre los adeptos del llamado juego de los súper reflejos.
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