Discóbolas cubanas Oslo: Órbitas de discreción
especiales
Un examen más exigente, de presión suprema en el ecuador de la Liga de Diamante (séptima parada), con Sandra Perkovic, la también cubana Denia Caballero y el resto de las principales contendientes a la gema y al podio de premiaciones en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en escena.
De cualquier manera ni la santiaguera Pérez, cuya secuencia en tierras galas evidenció estabilidad de registros (59.40-65.68-62.88-63.09-67.91 y 66.14) ni la titular universal de Beijing 2015, la villaclareña Caballero, pudieron hacerse justicia en tierras noruegas, pues recalaron en respectivos quinto (61.91) y tercer (62.65) escaños.
Nuevamente Perkovic dominó, aunque no con la contundencia de sus títulos en las dos paradas previas. Ahora llevó el implemento hasta los 67.10 para afianzarse en el liderazgo de la competición con 30 unidades. La experimentada alemana Nadine Müller (63.09) la secundó. La puja por la cima la coloca bien distante igualmente en la segunda plaza con 12 puntos y Denia marcha tercera (ocho), como parte de un sistema de puntuación nuevo, que otorga diez, seis y cuatro rayas a los ocupantes de las tres primeras plazas y tres, dos y una a los lugares del cuatro al seis.
No sobresalió la parada de Oslo por registros en extremo notorios.
Los desenlaces más relevantes correspondieron a la velocista holandesa Dafne Schippers (21.93 segundos) en el doble hectómetro para colarse en la cúspide con 16 unidades; y el impulsor de la bala estadounidense Joe Kovacks (22.01 metros), quien igualmente se mantuvo a la vanguardia de su prueba con 24 puntos. Cerró el tridente de destacados el jabalinista teutón Thomas Rohler (89.10).
Otros eventos vieron coronarse a la también norteña Brianna Rollins (12.56s) en los 100 con vallas; el antillano nacionalizado turco Yasmani Copello (48.79) estampó su mejor crono de temporada en la vuelta al óvalo con obstáculos; y el triplista de origen cubano Alexis Copello (16.91) fue otro de los que se llevó el gato al agua, en lid sin la presencia del norteño Christian Taylor y Pedro Pablo Pichardo, dos de los principales contendientes al cetro en suelo carioca.
Oslo dejó reencuentros con la forma deportiva y avances de batallas campales en pruebas como la pértiga varonil y el salto de longitud femenino. Renaud Lavillenie (5.80) se impuso al canadiense Shawnacy Barber (5.73) y la serbia Ivana Spanovic demostró que sus pinchos aún tienen estamina y muelles, al clavarlos en 6.94.
El cierre a ritmo de velocidad lo puso el canadiense Andre de Grasse, a quien muchos recordarán por su despunte en los Panamericanos de Toronto. En carrera preparatoria del hectómetro, pues su fuerte lo constituyen los 200, registró 10.07 segundos.
Cuba, con 30 clasificados en el campo y pista rumbo a Río, centra sus aspiraciones de medalla en el salto con pértiga, el lanzamiento del disco, y el triple.
De ahí que consideramos prudente cerrar con una mirada a los rankings del orbe en dichos eventos: la pertiguista Yarisley Silva ya puso de punta los nervios de sus oponentes, pues en Birmingham sobrevoló la varilla a la altura de 4.84 metros que de paso la colocaron segunda del escalafón que comanda la griega Ekaterina Stefanidi (4.86).
Yaimé también se coloca segunda con sus 68.86 cimeros en el disco. Le antecede la fenomenal croata Perkovic (70.88) en Shangai, quien ha retornado por sus fueros, mientras Denia recala quinta (67.53) hasta este minuto. En tanto, en el triple Pedro Pablo Pichardo no ha tenido competiciones oficiales producto de que presentó una microfractura en su tobillo y aún se rehabilita de dicha lesión. El tándem estadounidense de Taylor (17.76) y Will Claye (17.56) regentea.
Tiempos, marcas, predicciones y expectativas. Una madeja que se desentrañará a la vuelta de dos meses en Río. Confiemos en que los nuestros respondan a la hora cero.
Añadir nuevo comentario