San Cristóbal fue la "paladar" (restaurante privado) elegida para que Barack Obama tuviera su primer encuentro con la comida tradicional cubana en La Habana, experiencia que aún le cuesta asimilar a la dueña del negocio, Raiza Pérez.

Esta emprendedora del ámbito gastronómico ya había recibido en su aparentemente vetusto local a personalidades como Mick Jagger, Beyoncé o Michelle Bachelet, pero igual se emocionó cuando vió llegar a "La Bestia" (el automóvil presidencial).

"Para nosotros fue espectacular, además de un honor. Creo que pasaron un rato agradable, fue muy atento con todos, gentil. Pidieron un entrante con salmón, pues cuidan mucho su dieta", relató Pérez a Prensa Latina.

Agregó que el mandatario pidió un solomillo que no terminó, y Michelle, la Primera Dama, se decantó por la ya célebre Tentación Habanera con plátanos maduros fritos, pues le recordaba el "pepper steak" que le cocinaba su abuelo.

Para cerrar, Obama saboreó un café cubano, sentado ante una mesa redonda con los suyos, interesado por la decoración "vintage" del reservado, y una fotografía del cantante Nat King Cole.