Falta de ética: Un serio problema de la sociedad cubana
especiales
Los nacidos en esta tierra tenemos fama de jacarandosos, alegres, amistosos, amorosos, pero también impuntuales, incumplidores, y otras características que se entroncan muy bien con el llamado choteo cubano.
No creo que todos seamos de una manera u otra en cada día y en toda acción que emprendamos, pero en los últimos tiempos he sido testigo o doliente de actitudes que se relacionan con la ética, no con la “parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores” según reza en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, sino como se afirma en ese registro sobre la palabra de marras: “Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica, deportiva”.
El martes 26 fui al complejo cinematográfico Yara a ver La cosa humana. Antes llamé y pregunté si había mucha cola y me dijeron que no. Para mi asombro cuando llegué a la calle L, por 21 vi tremenda fila. Le digo a una amiga neoyorquina que me acompañaba que debía ser personas esperando el rutero. Pero no, era para el cine.
La función debía empezar a las cinco y treinta, llegamos a las cinco y veinte. Me extrañó, pero esperé. A las cinco y veinticinco me acerqué a la taquilla, no había nadie pero alguien me habló de una reunión. A las cinco y treinta desistimos de ver el filme, pero empezó a caminar la cola y cuando entramos a la sala había comenzado la proyección de la cinta “porque el horario de inicio es inviolable” según dijo una acomodadora.
Cuando salí le pregunté (sin ningún estremecimiento por la cinta) a la compañera que recepciona las entradas y me dijo la misma frase que ya había escuchado “la película empieza en hora, aunque la cola esté caminando porque había una reunión con los trabajadores del centro”. Mi acompañante me comentó “no entiendo esa respuesta”, sin pensarlo le dije “yo tampoco”.
La culpa no la tienen ni la acomodadora ni la taquillera, sino quienes convocaron esa reunión. ¿Acaso la razón de ser del cine Yara no es proyectar películas para los asistentes a su sala? ¿Cómo es posible que se comience un filme con una buena cantidad de personas en fila porque no estaban vendiendo las entradas? Es una irresponsabilidad y una falta de ética porque se incumple una norma MORAL: prestar un servicio, en este caso cultural.
Tengo un amigo que para arreglar un cheque del motor de agua acudió a cinco personas, pagando lo que ellos desearan, y ninguno fue; un tiempo atrás un compañero de trabajo me trajo a un hermano para que me fabricara un baño: no sirvió nada de lo que hizo, ni siquiera la pared ¿dónde se ha quedado la ética porque pagué por adelantado de boba (por no decir lo que me merezco)?
¿Cómo es posible que se forme parte de la dirección de un grupo profesional se convoque un concurso y se acuerde que los directivos no puedan participar, y uno de ellos no sólo compita sino que gane el certamen y una bonita cantidad de dinero? ¿dónde quedó el comportamiento ético?
El ejercicio del criterio es un derecho soberano de las personas que expresan sus ideas, ya sea en el sector periodístico o artístico. ¿Por qué si una sale al ruedo de la esfera pública con un comentario, una canción, una película, un cuadro… tiene que negarle el saludo a otra persona que cuestiona lo que una expresa? ¿Acaso no sería más “bonito” y ético, por supuesto, llamar a esa persona y decirle nuestro desacuerdo?
Por este camino, por supuesto, que llegamos al precio de una libra de tomate, una cabeza de ajo, una vela, que aunque me digan que es un problema económico forma parte del “Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida”, por lo menos en Cuba donde se pretende mantener equidad entre los habitantes del archipiélago.
Hace muchos años, ante un hecho público de corrupción, un transparente pensador me dijo: “el grave problema del socialismo es la ausencia o mala interpretación de la ética”. En los tiempos convulsos que vivimos, realmente creo que ese hombre de pensamiento superior tuvo y tiene razón. Así que rectifico el título de estas líneas escritas de un tirón: Falta de ética: El más serio problema de la sociedad cubana actual.
Añadir nuevo comentario