En Chile celulares avisarán antes de un terremoto
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La red, que estará completamente instalada en marzo, es un proyecto del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y el Centro Sismológico Nacional (CSN), de la Universidad de Chile, los que ya han instalado nueve celulares en fase piloto.
"El sistema emplea dos sensores incorporados en los teléfonos inteligentes: un acelerómetro –que es el que detecta cuando la pantalla se gira– y el GPS, que mide desplazamiento", explica a Juan Carlos Báez, jefe de Geodesia del CSN.
Aunque dichos sensores no tienen la precisión de los usados en sismología, "un instrumento profesional más su instalación cuesta US$30 mil, mientras que un celular instalado vale US$300", añade.
Báez aclara que el sistema no remplaza, sino que complementa, la red sismológica actual, entregando una primera medición rápida para alertar ante sismos de magnitud 7 o más.
La falta de precisión "sería un problema con una red pequeña, pero con muchos aparatos, el margen de error disminuye, lo que es posible por el bajo costo de los smartphones. Y en este proyecto buscamos rapidez, no precisión", explicó en un comunicado Benjamin Brooks, del USGS.
Los teléfonos estarán instalados en casetas ubicadas sobre techos de casas o edificios entre las ciudades de Arica y Concepción. Dotados de un software especial, cuando detectan un terremoto envían la información a un servidor que la distribuye a las personas o instituciones interesadas.
Como las ondas sísmicas viajan a 7 km/segundo, si el terremoto ocurre, por ejemplo, en Illapel –epicentro del sismo 8,4 de septiembre pasado– el sismo tardará 40 segundos en llegar a Santiago (a 280 km de distancia).
"Recibir la alerta segundos antes permite prepararse: una persona alcanza a resguardarse bajo una mesa o un cirujano detiene la operación", señala Baéz. En Japón, donde cuentan con un sistema de alerta temprana, esos segundos permiten detener el tren bala o cortar la energía preventivamente, añade.
Además de magnitud, la red informará el lugar de mayor intensidad del sismo, dato relevante para servicios de apoyo y la Oficina Nacional de Emergencias. A futuro se espera enviar anuncios por mensaje de texto y por radio o televisión.
Gabriel González, del Centro para la Investigación y Gestión Integrada de Desastres Naturales, y académico de la Universidad Católica del Norte, opina que "el talón de Aquiles podría estar en que el sistema depende de internet y/o señales inalámbricas, que deben mantenerse operativas durante y después de un gran terremoto".
No obstante, destaca, "es una propuesta tremendamente necesaria y debe sin ninguna duda experimentarse en un país tan sísmico como Chile".
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