Voly (f): La vida sin Melissa
especiales
Es harto conocida la función de Melissa en el equipo absoluto, donde se le usa y se le sobreusa, y ya sería demasiado también llevarla además a este plantel, que sin sus potentes remates no da pie con bola en Lima, Perú.
No es solamente que sean derrotadas, sino la manera en que lo hacen, con parciales en los que no llegan ni siquiera a 20 puntos, muestra de amplio dominio y total tranquilidad para sus rivales.
Esto sin sumar los errores no forzados, mal desafortunadamente enraizado en nuestro voleibol de hoy en día, en ambos sexos, motivados en buena medida por la inexperiencia de cada nómina antillana.
En el caso específico de este sub-18, es inconcebible que la máxima anotadora en la más reciente derrota sea la pasadora Dalila Palma, otro indicio de que las pupilas de Tomás Fernández tienen poco que buscar en esta justa del orbe, pues solamente una jugadora había logrado anotar doble dígitos en los otros dos desafíos: Carmela Massip.
A pesar de todo, es muy necesaria la presencia del elenco antillano en esta cita, para que no se pierda la progresión de quienes vienen detrás y no les sea tan brusco el cambio a la categoría elite.
El bache que se produjo hace unos años en los que prácticamente llegaban niñas al concentrado mayor no debe volver a repetirse, y en eso trabaja la Federación nacional, lo otro sería no apresurar las cosas desde el punto de vista individual como se hizo con Melissa.
Estas niñas necesitan sentirse en su ambiente, tomar confianza jugando a su nivel la mayor cantidad posible de sets y así no sentir tanto la presión de sumarse posteriormente al principal sexteto caribeño.
La vida sin Melissa es dura, pero además de ser consecuencia del bache mencionado, es necesaria para enderezar el rumbo.
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