Washington: Otro brutal colapso de una campaña contra Cuba
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El anuncio de que esa dependencia le presentará graves cargos por corrupción hace recordar lo sucedido semanas atrás.
La situación para él ya se había tornado muy embarazosa después que estuvo mezclado en delicadas cuestiones, entre ellas las siguientes:
En 2010, cuando le descubrieron que en República Dominicana sostuvo relaciones con prostitutas menores de edad, a una de las cuales más tarde “desaparecieron”.
Hace poco la agencia noticiosa británica Reuters afirmó que el FBI lo ha estado investigando “por corrupción”.
En enero de 2014 le seguían los pasos por estar involucrado en la concesión de asilo a dos ecuatorianos, los hermanos Isaías, a quienes refugiaron en Miami luego de malversar millones de dólares.
Al radicar allí de manera no permanente, carecían de respaldo legal para hacer donaciones a candidatos electorales, pero trascendió que sus familiares entregaron 10 000 dólares a Bob, según observadores, “por agradecimiento”.
El 29 de enero de 2013, junto al Departamento de Salud Federal, el FBI llevó a cabo una redada en las oficinas del médico Salomón Melgen en Miami.
¿Qué buscaban? Archivos y documentos que probaran sus malversaciones al Medicare (plan de salud para ancianos y discapacitados)
¿Quién es Melgen? Dueño de una clínica privada de oftamología, millonario, principal “donante” de las cruzadas electorales de Bob Menéndez.
También lo acusan de haber presionado a las autoridades dominicanas a favor de un tratado con una empresa de su médico amigo especializada en seguridad portuaria.
Como el ambiente se tornó particularmente incómodo para el senador de Nueva Jersey, trataron de salvarlo.
La CIA montó una versión donde, con absoluta frivolidad aseveraron que Cuba –por venganza- fabricó la historia de las prostitutas dominicanas para desprestigiarlo.
The Washington Post se prestó a calzarlo escribiendo que esa agencia de espionaje “tiene documentos probatorios” al respecto.
Bob llegó a escribir una carta al Departamento de Justicia donde exhortó a indagar si Cuba estaba detrás de quienes lo imputaban.
Según el Post, hace un año apareció en un informe de Inteligencia “el complot cubano” contra el senador porque es enemigo de la isla.
Varias ediciones después, con absoluta tranquilidad, la publicación aceptó no poder demostrar lo escrito sobre el caso La Habana-Bob Menéndez.
Algo demasiado parecido a la más reciente acusación lanzada en Washington contra Venezuela porque “amenaza la seguridad nacional de los Estados Unidos”.
Y también nada más parecido con el caso Bob Menéndez que un brutal colapso de otra cruzada contra Cuba.
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