Hallan muerto, con un disparo en la cabeza, al sacerdote secuestrado en Guerrero
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El cuerpo sin vida del sacerdote Gregorio López Gorostieta ha sido hallado, con un disparo en la cabeza, en la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano, a la altura del municipio de Tlapehuala, después de que la Conferencia Episcopal de México denunciase su secuestro en Ciudad Altamirano, en el estado mexicano de Guerrero, uno de los municipios afectados por el operativo especial contra el crimen organizado.
Gorostieta López fue interceptado por un comando armado en la noche del 21 de diciembre, pero los captores no se comunicaron para solicitar el pago de un rescate, pese a que la Diócesis de Altamirano realizó una marcha —encabezada por sacerdotes— para implorar que se le liberara con vida, tal y como ha informado el diario mexicano Milenio.
Este mismo jueves, la Conferencia Episcopal de México ha confirmado de manera oficial el secuestro del sacerdote, que se produjo después de que llegara al Seminario Mayor 'La Anunciación' en compañía de un estudiante, "después de haber estado en la Iglesia Catedral donde celebró varias misas".
"Al recabar las versiones de los seminaristas y las hermanas religiosas se llegó a la conclusión de que personas ajenas al Seminario estuvieron revisando las instalaciones por la tarde-noche del domingo", ha indicado la Conferencia Episcopal a través de un comunicado.
"Algunos seminaristas que iban llegando de las diferentes parroquias vieron entre la oscuridad que algunas personas extrañas merodeaban el lugar", ha relatado. Además, "el lunes por la noche nuevamente gente ajena al seminario intentó entrar a la casa de las hermanas religiosas logrando escapar al verse descubiertos".
Ciudad Altamirano está en el ámbito del operativo especial que el Gobierno de Enrique Peña Nieto puso en marcha el pasado 3 de diciembre en la región de Tierras Calientes, integrada por los estados de Guerrero y Michoacán, para expulsar de allí al crimen organizado.
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