Prisión preventiva para ex primer ministro portugués José Sócrates por corrupción
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Sócrates, de 57 años, es sospechoso de "fraude fiscal, corrupción y blanqueo de dinero", según la decisión del magistrado leída a la prensa.
Esta decisión es "profundamente injusta e injustificada", comentó Joao Araujo, abogado del ex jefe de gobierno portugués, antes de anunciar su intención de recurrirla.
La detención de este controvertido político, que gobernó el país de 2005 a 2011 y cuyo nombre apareció citado en varios casos, ha provocado estupefacción en Portugal.
El país fue conmocionado hace días por otro caso de corrupción relacionado con la concesión de visados "dorados" a inversores extranjeros, que motivó la dimisión del ministro de Interior, Miguel Macedo.
José Sócrates fue detenido el viernes en el aeropuerto de Lisboa, cuando regresaba de París, en el marco de una investigación que también condujo a la detención de tres allegados del ex primer ministro.
El empresario Carlos Santos Silva y el chófer personal de Sócrates, Joao Perna, también se encuentran en detención preventiva. El abogado Gonçalo Trindade Ferreira salió en libertad bajo control judicial.
Una serie de registros fueron efectuados los últimos días en empresas y en el domicilio de Sócrates en Lisboa. Las sospechas apuntan a operaciones bancarias y transferencias de dinero de origen dudoso, según el ministerio público.
La alerta la dio la entidad pública Caixa Geral de Depositos, indicó la prensa portuguesa. La policía investiga sumas cuantiosas transferidas a la cuenta de Sócrates, que parecen incompatibles con los ingresos declarados al fisco.
La justicia se interesa de cerca por el precio de un lujoso apartamento parisino, estimado en cerca de tres millones de euros, en el que Sócrates vivió en 2012 para cursar estudios de filosofía en Ciencias Políticas.
"No tengo capitales ni cuentas en el extranjero. Siempre he vivido de mi trabajo", aseguraba Sócrates en julio, cuando la prensa lo involucraba en un caso de blanqueo de dinero.
Inquieto por las probables repercusiones del caso, el portavoz de los diputados del gubernamental PSD, Luis Montenegro, estimó el lunes que la imagen del país ha quedado empañada "dentro y fuera por todo lo sucedido estos últimos días".
El caso ha puesto en apuros al alcalde de Lisboa, Antonio Costa, que fue ministro de Interior con Sócrates y ahora flamante secretario general del Partido Socialista portugués.
Preguntado por la herencia política de Sócrates, Costa se negó a tomar distancias y declaró que "el PS no adopta prácticas estalinistas consistentes en borrar de las fotos" a los antiguos dirigentes.
José Sócrates anunció su dimisión como primer ministro en marzo de 2011, después de que el Parlamento rechazara un nuevo programa de austeridad presupuestaria.
Poco después, Portugal, al borde de la quiebra, se vio forzada a solicitar una ayuda financiera de 78.000 millones de euros a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional, a cambio de un programa de rigor de tres años que concluyó el pasado mes de mayo.
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