Estados Unidos: Su esclavitud infantil
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Pero quien lo denunció este miércoles fue Human Rights Watch (HRW, por sus siglas en inglés), un organismo a mil kilómetros de la izquierda.
Según EFE, agencia estatal española, la revelación indica que en Estados Unidos miles de niños trabajan en plantaciones de tabaco.
La denuncia agrega que esos pequeños, en su mayoría hijos de inmigrantes latinoamericanos, “trabajan hasta 50 y 60 horas semanales” expuestos a la nicotina y los plaguicidas.
El informe de HRW se titula "Los niños ocultos del tabaco", y expone las condiciones en las que laboran estos muchachos.
Los sitúa en Carolina del Norte, Kentucky, Tennessee y Virginia, donde en Estados Unidos se cultiva el 90 por ciento de su tabaco.
El documento recuerda que en una parte de esos plantíos, aún cuando pagan el salario mínimo, a los chiquillos les hacen descuentos por diversos motivos.
Human Rights Watch afirma además que los menores “han reportado sufrir vómitos, náuseas, dolores de cabeza y mareos mientras trabajan en las plantaciones, síntomas vinculados con la intoxicación aguda por nicotina”.
EFE entrevistó a una niña que solo llama Celia, la cual empezó a laborar en el sector cuando tenía 12 años.
"Trabajamos casi todo el año", dijo al responder una pregunta y además informó que luego de muchos esfuerzos se graduó de Secundaria.
La agencia noticiosa española aclaró que la Ley de Trabajo en Estados Unidos limita la presencia infantil en ese frente, pero los jerarcas del sector agrícola no lo aplican.
Hace cuatro años, su gobierno emitió regulaciones para frenar la actividad de niños en la agricultura, aunque, dice HRW, presiones del sector privado anularon esas disposiciones.
Junto a ello, el informe señala que, al usar herramientas cortantes y maquinaria pesada, los niños-trabajadores sufren heridas.
Pero esa conmovedora historia infantil no empezó ahora y un caso, entre cientos, así lo demuestra.
El 27 de abril de 2012, su Departamento de Trabajo propinó un fuerte golpe a niños que laboran en zonas agrícolas del país.
¿Qué sucedió? El citado Departamento logró retirar un proyecto enfilado a sacar de las tareas más peligrosas a los infantes activos en la agricultura.
Según afirmó entonces Human Rights Watch, tal decisión oficial los condenaba a “la posibilidad de morir o sufrir graves lesiones”.
La legislación echada a un lado habría reconstruido por primera vez en décadas las faenas consideradas muy peligrosas para menores de 16 años.
Durante entrevistas con HRW, numerosos niños admitieron haber caído de escaleras, quedar expuestos a plaguicidas y experimentar síntomas de intoxicación.
Asimismo, trabajar en condiciones de calor extremo, sufrir deshidratación y participar en la cosecha bajo el peligro de contraer una intoxicación por nicotina.
Especialistas recordaron esta semana que en Estados Unidos la ley no establece un horario de inicio y final para el trabajo infantil.
Una lección de oro macizo en cuanto a un asunto que Washington enarbola sostenida y frenéticamente, el respeto a los derechos humanos.
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