Eduardito Sandoval: El ritmo que promete sacudir el Festival de la Salsa 2026 en Cuba
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Cuando la salsa llama, hay artistas que simplemente nacieron para responder… y uno de ellos es Eduardito Sandoval. A pocos meses de que arranque el Festival de la Salsa 2026 en La Habana, uno de los escenarios más explosivos del género en nuestra región, el joven músico Eduardo Sandoval ya está encendiendo las redes y la expectativa del público. Con su mezcla irresistible, él llegará del 26 de febrero al primero de marzo de 2026 al Club 500 de la capital, dispuesto a dejar huella en el panorama sonoro de la Isla. En esta entrevista exclusiva, nos cuenta cómo se prepara para una presentación que asegura estará cargada de sorpresas y toda la energía que lo ha convertido en una de las nuevas voces del movimiento salsero. Su presentación será en la cena inaugural el mismo 26 en el Hotel Memories Miramar Habana.
Eduardito, este es tu segundo año participando en el Festival de la Salsa. ¿Qué te parece que te vuelvan a invitar?
Primero que todo, muy agradecido a Maykel Blanco y a todo el equipo del Festival y a todas las personas que hacen posible que este festival magnífico se dé. Para mí, es un empujón grandísimo a mi carrera. Todos sabemos que los comienzos son bien difíciles y en estos tiempos lograr volver a estar en el festival después de una primera vez, con una linda aceptación, cumpliendo todos los parámetros y todas las expectativas del público, pues, para mí es súper especial. Estoy muy agradecido de formar parte de este festival, que es el décimo, y esta vez, rindiendo homenaje a los 70 años de la orquesta de Elito Revé y su Charangón, y por supuesto los diez años del festival.
Tu carrera como trombonista ha sido marcada por tu habilidad para fusionar la salsa con otros géneros. ¿Cómo defines tu estilo y qué influencias musicales han sido claves para desarrollar tu sonido único?
Mi estilo es libre porque he tratado de moverme en todos los géneros y todos los estilos clásicos, la salsa, la timba, el jazz, la música cubana en general. Influencia he tenido mucho, no solo como trombonista, sino como músico. Por citarte, Juan Formell, César Pupy Pedroso, Alexander Abreu, Alain Pérez, Chucho Valdés, entre otros. Por la parte trombonística como tal, bueno, mis profesores, Batista, Pipi, Collado, e internacionalmente, muchos trombonistas grandísimos. Pero, fundamentalmente, he estado influenciado por la música cubana en general, o sea, nacimos en una isla que es música, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, y no hay mayor influencia que esa.
En tu opinión, ¿qué le falta o qué se necesita para que la salsa siga siendo relevante para las nuevas generaciones de músicos y oyentes? ¿Hay algún elemento de la tradición que deba preservarse?
Todos los elementos de la tradición, díganse, son, guarachas, rumba, guaguancó, danzón, bolero o bachata. Todos los elementos deben de preservarse porque eso es parte de la esencia de la música cubana. Se necesita hoy hacerla más atractiva. Los muchachos prefieren escuchar un tema de reggaetón que a veces, un tema de música cubana bonito. Los que están consolidados tienen el camino mejor, pero en mi caso, yo lo tengo más duro, más difícil porque yo estoy empezando, porque para salir dentro de toda esta nube de reggaetón es bien difícil, casi imposible. Claro, yo no me rindo porque no me queda otra opción. Yo soy músico. Yo creo que debemos hacerlo más atractivo y despertar esas chispas en los jóvenes, haciendo conciertos en la calle, como hacen los urbanos, uniéndose los exponentes de la timba y funcionando también el género urbano con la timba, porque evidentemente el urbano es el que está ahora mismo dando el boom y no se puede tapar el sol con un dedo.
En tu trayectoria, has trabajado con grandes artistas de la salsa. ¿Cuál ha sido tu colaboración más memorable y cómo ha influido en tu evolución artística?
Como trombonista he colaborado con muchos trombonistas. De hecho, hice un disco que todavía no ha salido, que se llama A Trombón Limpio, donde tuve 12 trombonistas de los más grandes del mundo, cubanos e internacionales, y fueron 12 colaboraciones. Yo soy el único trombonista en Cuba que ha hecho eso en la historia del trombón cubano. Hice dos conciertos como trombonista. En uno tuve más de 30 trombonistas y en el otro, más de 50. Exactamente, 52, que eso no lo ha hecho nadie en la historia del trombón cubano. Y esas son lindas y grandísimas colaboraciones. Ahora, como cantante, llevo casi dos años con mi carrera con la orquesta. Tuve colaboraciones con Alexander Abreu, con Issac Delgado, con Darío Álvarez y el Team Havana, con Diván, con Andy Rubal... Todas las colaboraciones han aportado de una manera u otra a mi carrera. No te puedo decir que una es mejor que otra porque sería restarles valor a las otras. Pero todas en su momento han tenido valor. Pero pudiera resaltarte la primera que hice que fue con Issac Delgado. Es el primer artista que colabora conmigo, pero que además yo no se lo pedí. Me lo pidió él a mí. Y Diván, por la parte urbana, fue el primero que colaboró conmigo.
Entonces, además de que todos sabemos lo que admiro a Issac, lo que quiero a Isaac, lo quiero como si fuera un padre, él es un artista y una persona excelente. Te pudiera decir también que Alexander Abreu, no solo porque trabajé con él, sino porque es un artista de lo más grande ahora mismo en Cuba. Es un artista que me abrió las puertas de una plataforma y una disquera. Entonces, todo el mundo tiene su parte y tiene su apoyo. Ahí te puedo hablar también de Maykel Blanco con el cual sacaremos próximamente una colaboración.
El Festival de la Salsa es un escaparate para muchos músicos, tanto establecidos como emergentes. ¿Qué significa para ti estar en este escenario, y cómo te prepara este tipo de eventos para nuevos proyectos o desafíos musicales?
Imagínate tú que cuando a mí me llamaron para el Festival de la Salsa, yo no tenía ni un año con mi carrera. Yo esa llamada no la esperaba. Imagínate tú, un músico que empiece con su orquesta, dando pasos firmes y seguros y que le llegue eso en 6 ó 7 meses. Para mí es una gran bendición, de las bendiciones más lindas que he tenido en mi carrera. Fue muy lindo y todavía sigue siendo muy bonito. Y yo estoy seguro que va a seguir siendo muy bonito porque mi carrera va a seguir creciendo poco a poco.
El Festival de la Salsa de Cuba es el más importante que tenemos, pero incluso no es el único que nos ayuda, sino todos los festivales, todos los espacios donde uno se presenta, son muy importantes. Y este festival, evidentemente, es muy importante porque reúne a los mejores músicos de este país. Entonces, verte sumergido en toda esa ola, yo creo que te hace ser un músico importante. Te pone en un lugar que a veces uno cree que no está y eso es algo sumamente importante.
A lo largo de tu carrera, ¿cómo ha cambiado tu perspectiva sobre la salsa? Como músico, ¿qué tienes aún por descubrir dentro de este género?
Todos los días hay que descubrir cosas. Siempre hay muchas cosas que mostrar, que encontrar, que conocer y que aprender. Y en mi caso personal, le pregunto muchas cosas a un músico que admiro muchísimo que es Guillermo del Toro de Havana de Primera, y yo soy una persona que siempre estoy preguntando a todo el mundo. Yo estoy creando mis sellos y no sobre la base de Havana de Primera, para nada.
Entonces, lo que a mí me queda es encontrarme a mí mismo. Encontrar mi sello, mi lenguaje, mi manera de decir, que yo la sé pero que ahora lo que me queda es, no solo encontrarlo, sino transmitírselo a la gente. Y por eso estoy trabajando en mi primer disco, que todavía no tiene nombre, pero que ya lleva cuatro temas y que me tiene súper contento. Yo sé que es un disco que va a marcar para mí un antes y un después.
Finalmente, ¿qué mensaje le darías a los jóvenes trombonistas y músicos de salsa que te admiran y que ven en ti un referente?
Yo primero que todo les agradezco a todos los músicos y a todos los trombonistas. El otro día alguien me dijo: tu palabra tiene peso, tu palabra es escuchada Sandoval. Lo que tú digas se toma en cuenta. Y entonces, cuando esa persona me dijo eso, yo empecé a tomarme un poquito más yo mismo en serio. ¿Qué le digo a los trombonistas? ¿Qué le digo a todos los músicos? Que crean en ellos, que confíen en lo que hacen, aunque fracasen, que apuesten por lo que ellos hacen, que se sientan felices con lo que estén haciendo, que se sientan realizados, que estudien bastante, que se superen y que creen en una base sólida. A veces la mejor manera de ir adelante es saber de dónde se viene y cuál es la base que se tiene para poder lograr cosas. El camino es súper largo, súper difícil. Yo lo digo, bueno, he contado con la ayuda de todo el mundo, con el apoyo de todo el mundo, pero a veces eso no es suficiente. Hay que trabajar. Y la constancia es el camino al éxito. Hay que ser constantes, aunque nunca lo logremos, pero no nos podemos morir o acostarnos con el hecho de decir no. Hay que hacerlo. Si no funcionó, pues bueno, en esta vida no funcionará, pero funcionará en la próxima.













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