Cuba aguarda inversores para megaproyecto de desarrollo de Mariel
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Hoy entró en vigor la normativa que regirá ese área de desarrollo prevista alrededor del Mariel, el puerto que se hizo famoso en 1980 por ser escenario del éxodo masivo de 125.000 cubanos y que ahora se moderniza con capital brasileño para aprovechar las oportunidades de la ampliación del Canal de Panamá.
Atraer la inversión extranjera es uno de los objetivos de la Zona de Desarrollo (ZEDM), que se ubicará en una extensa área de 465,4 kilómetros cuadrados dividida en ocho sectores con la idea de que alberguen parques industriales, de alta tecnología y zonas de actividades logísticas, comerciales y de servicios, entre otros.
Desde este viernes funciona ya la Oficina Reguladora de la ZEDM, entidad adscrita al Consejo de Ministros y que se encargará de administrar el área, controlar sus actividades, dirigir su programa de desarrollo y negocios y recibir y evaluar las solicitudes de los inversores interesados.
Con el propósito de crear un "ambiente de negocios favorable", según las autoridades cubanas, la oficina funcionará con un sistema de "ventanilla única" y plazos de entre diez y treinta días -más ágiles de lo habitual en Cuba- para resolver solicitudes de proyectos de inversión.
El Gobierno cubano asegura que las empresas extranjeras van a tener en esta zona "mejores condiciones" que en el resto del país y para ello ha establecido regímenes tributarios, laborales, aduaneros, monetarios o bancarios de carácter especial.
Los inversionistas interesados en operar en la zona podrán hacerlo mediante la figura de la concesión administrativa si es para gestión o explotación de servicios, obras o bienes públicos; o en calidad de usuarios para actividades de naturaleza productiva, comercial o de servicios.
A la espera de que lleguen esos capitales, el Gobierno cubano recomienda que las inversiones en la futura zona de desarrollo apunten a sectores como la biotecnología, producción de medicamentos, energías renovables, agricultura, industria agroalimentaria, industria ligera, turismo o telecomunicaciones, entre otros.
También se anima a invertir en las infraestructuras que se precisan para desarrollar la zona, según declaró hace unos días el director de Evaluación de Negocios de la Oficina Reguladora, Oscar Pérez-Oliva.
En este momento, el proyecto más avanzado en el Mariel (ubicado a 45 kilómetros al oeste de La Habana) es la construcción de una moderna terminal de contenedores, que cuenta con una inversión de 900 millones de dólares, 640 de ellos correspondientes a un préstamo otorgado por Brasil.
Es previsible que el próximo enero los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Brasil, Dilma Rousseff, inauguren la primera fase de la terminal, que cuenta con un muelle de 700 metros diseñado para acoger buques de mercancías de gran calado y capacidad de carga "post-panamax".
La terminal tendrá capacidad para tres millones de contenedores anuales y será administrada por la empresa de Singapur PSA, uno de los operadores portuarios más importantes del mundo.
Cuba defiende que el puerto de Mariel tiene una ubicación altamente competitiva en comparación con los puertos regionales tradicionales para convertirse en un enclave estratégico aprovechando la ampliación del Canal de Panamá.
En las últimas semanas, el Gobierno cubano ha presentado su plan de Zona de Desarrollo del Mariel en países como China o Rusia.
La apertura de la Oficina de la ZEDM se produce además a dos días de la inauguración de la XXXI Feria de La Habana, el principal escaparate empresarial de la isla donde está prevista la asistencia de 1.400 empresas de más de 60 países y donde se espera que el proyecto para Mariel sea uno de los protagonistas del evento
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