SN 53: Santiago de Cuba se anima con Olivera
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Sin embargo, la entrada de la segunda base Héctor Olivera y de un mánager que ya trabajó con ellos como entrenador, Luis Danilo Larduet, animan el panorama de uno de los equipos más grandes en nuestras series nacionales.
Sin duda, desde la salida de Antonio Pacheco como timonel, las conocidas “avispas” indómitas fueron en picada y no solo por los constantes cambios de directores y retiros de figuras consagradas, sino también por el débil trabajo en las categorías inferiores, las salidas ilegales de algunos de sus peloteros y una insuficiente motivación de los propios jugadores, entre otras causas visibles.
Pero la realidad para la campaña venidera es un poco más alentadora y toda su afición espera ansiosa el ascenso al grupo de los ocho primeros que discutirán en una segunda etapa el banderín nacional, el cual no ganan desde el 2008. El lugar 14 de la pasada edición —la segunda peor ubicación en la historia de este equipo— parece una pesadilla decidida a olvidarla desde el próximo 3 de noviembre.
Por supuesto, una de las noticias más alentadoras para los ocho veces monarca nacionales es la recuperación total de Olivera tras un período de alejamiento por tratamiento médico, que felizmente concluyó con la posibilidad de regresar al terreno. Pero mejor aún será que su compañero del campo corto, Luis Miguel Navas, decidió también reincorporarse, por lo que se refuerza una línea central que tendrá nuevamente a Reutilio Hurtado en el jardín central y al joven receptor Andrés Reyna.
A simple vista la ofensiva santiaguera no tiene que envidiarle poder, tacto y rapidez a ninguna otra del país. Maikel Castellano, Luis Yander La O, Edilse Silva, Alexei Bell y Alexis Durruty deben completar un line up en el que primará la idea de producir carreras para el equipo más allá de los intereses individuales, que en algún momento también afectó el buen desempeño de la selección en estas tres últimas temporadas.
Entre los lanzadores, Danny Betancourt, Yaumier Sánchez, Alberto Bicet, Alain Delá y el joven Wilfrido García han sido señalados como los abridores encargados de permitir las menores libertades posibles a sus rivales, dado que el pitcheo de relevo es un talón de Aquiles que difícilmente puedan resolver como desean en los primeros 45 juegos.
La filosofía esbozada en días recientes por el mentor Larduet ha sido clara y sin ambages: “concentrarse con todo en la primera etapa, tanto en la parte física como técnico-táctica y trabajar sobre el banco de problemas heredado en función de cumplir el primer objetivo: avanzar entre los ocho primeros”.
Es cierto que en la pelota pocas veces se dan saltos espectaculares, pero Santiago de Cuba es una tierra de peloteros y de campeones. A sus ocho cetros debemos sumarle cinco subtítulos y tres bronces, en tanto tiene 23 presencia en play off, igualado con sus eternos rivales de Industriales.
Precisamente contra los azules deben comenzar jugando en casa, en el remodelado Guillermón Moncada, el primer domingo de noviembre. ¿Será suficiente la inyección de Olivera para salir del vacío? ¿Dejarán consolidar el trabajo de Luis Danilo Larduet como director, pase lo que pase en la serie? ¿Podrán cerrar la Trocha para celebrar la novena corona?
No sea ansioso. Las respuestas las tendremos en apenas tres meses.
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