Ryzhova dijo que se sentía insultada porque la celebración del equipo tras su victoria el sábado se viera ensombrecida por las especulaciones en medios occidentales de que su beso con Yulia Gushchina pretendía ser una protesta durante el Mundial de atletismo que se ha disputado en Moscú.

"No hubo ningún motivo político oculto", dijo sobre el beso, que fue mostrado en las cadenas de televisión de todo el mundo.

"En vez de felicitar a las atletas, ellos (la prensa) decidió no solo insultar a Yulia sino a toda la federación (rusa) de atletismo. En primer lugar, tanto Yulia como yo estamos casadas", dijo, ante el aplauso de los periodistas rusos.

En Rusia no es infrecuente que las amigas se den un beso en los labios.

La ley contra la difusión de "propaganda gay" entre los menores se incluye en la tendencia conservadora adoptada por Vladimir Putin en su tercer mandato como presidente, tras las protestas contra sus 13 años en el poder. Ha sido muy criticada en el exterior, pero los sondeos muestran que cuenta con el apoyo de la mayoría de los rusos.

A pesar de los llamamientos por parte de grupos de defensa de los derechos de los homosexuales para que se boicoteen los Juegos Olímpicos de invierno que tendrán lugar en la localidad rusa de Sochi en febrero de 2014, algunos deportistas rusos han defendido la ley.

La campeona mundial de salto con pértiga Yelena Isinbayeva sugirió en un comunicado a los medios de comunicación del que posteriormente se distanció que no hay homosexuales en Rusia, un país "normal".

También dijo que dos competidoras suecas que se pintaron las uñas con los colores del arcoiris en apoyo de los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) mostraron una falta de respeto hacia su país.

Ryzhova dijo que las otras tres componentes del equipo de relevos y ella estaban entusiasmadas por su ajustada victoria ante Estados Unidos en una final ante su público.

"Durante ocho años no habíamos ganado una medalla de oro. Ni siquiera os podéis imaginar lo que fue (...) cuando nos dimos cuenta de que habíamos ganado", afirmó.

"Fue una oleada de sensaciones increíbles y si, de alguna manera, completamente por casualidad, cuando nos estábamos felicitando nuestros labios se tocaron (...) quien quiera que fantasee con eso está enfermo".

Gushchina y Ryzhova no quisieron hacer declaraciones sobre la ley, argumentando que han estado demasiado ocupadas entrenando para el Mundial.