EN CARTELERA: Kid Chocolate
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¿Se parece el Kid Chocolate que Jorge Enrique Caballero interpreta por estos días en la sala Llauradó al Kid Chocolate de carne y hueso, a la figura histórica, al gran campeón cubano de boxeo? Eso no lo sabremos con certeza nunca. El mítico deportista murió hace mucho tiempo y es muy poco probable que queden testigos presenciales de sus glorias y penas. Lo que sí está claro es que el unipersonal que asume Caballero con Estudio Teatral Buendía es un ejercicio escénico serio y convincente. Ese Eligio Sardiñas —más o menos parecido al original, no importa demasiado— es muy verosímil, hasta el punto de que implica al público en una historia contada a partir de hitos conocidos de su biografía, que en otros casos pudiera parecer puro inventario de hechos. Pero Caballero es un actor muy orgánico y ahora luce absolutamente comprometido con su personaje. El actor ha sido artífice de casi todo el espectáculo y eso se nota enseguida: es un montaje redondo, con vocación detallista, de un lirismo muy personal y una hermosa visualidad. Caballero se propuso hacerle un homenaje de altura a Kid Chocolate.
Esas honduras poéticas del texto bien que pudieran ser un obstáculo para la interpretación. El tono es casi siempre campechano, como el personaje mismo, pero la letra… Resulta difícil decir un texto bastante peripuesto con naturalidad y desenfado. Caballero lo logra, quizás a partir de una concienzuda investigación. A otros actores, probablemente, les parezca demasiado reto. Jorge Enrique Caballero se hace dueño del espacio escénico con una suficiencia admirable. Asume las coreografías con precisión y vuelo, se desdobla con gracia (tiene que interpretar a un grupo de personajes referidos), sale airoso de las complejas transiciones… La selección musical se implica perfectamente con la trama de estos episodios de la vida de Kid Chocolate, incluso aquellos números que no tienen que ver con el tiempo específico del deportista. La escenografía es muy esencial, diseñada a partir de las necesidades expresivas del actor. El diseño de luces se implica tanto en la narración que termina por narrar él mismo. En definitiva, una puesta muy conseguida. ¿Hubiera convencido al propio Kid Chocolate? Eso tampoco lo sabremos, pero en todo caso esa circunstancia no le hubiera restado lustre a la propuesta.
Obra: Kid Chocolate
Autor: Jorge Enrique Caballero
Puesta en escena: Jorge Enrique Caballero
Actor: Jorge Enrique Caballero
Dirección general: Flora Lauten
Diseño de vestuario y escenografía: Maykel González y Jorge Enrique Caballero
Diseño de banda sonora: Al Rey Bolaño y Jorge Enrique Caballero
Diseño de iluminación: Enmanuel Papadopulis
Coreografía: José Pilar Suárez y Jorge Enrique Caballero
Músicos: Agustín Gómez y José Pilar Suárez
Compañía: Estudio Teatral Buendía
Sala: Adolfo Llauradó
Horario: Martes, miércoles y jueves, 6:00 p.m.
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