PENSANDO Y PENSANDO: Mostrar un camino

El creciente impacto del universo audiovisual en los esquemas de acceso a la cultura hace urgente la incorporación de una asignatura de apreciación audiovisual en el programa de enseñanza general en Cuba, particularmente en la primaria. Aunque las instituciones de la cultura y la educación ya trabajan en el diseño de este proyecto, es necesario concretarlo cuanto antes, pues la proliferación de contenidos visuales en plataformas digitales ha cambiado drásticamente la forma en que los niños se acercan al conocimiento y al entretenimiento.

Las nuevas tecnologías han consolidado una tendencia en la que la imagen y el video se imponen como vías privilegiadas de información y comunicación, desplazando en muchos casos la lectura tradicional y otras formas de consumo cultural. Esto supone un reto para la formación educativa, que no puede ignorar esta realidad, sino aprovecharla para dotar a los niños de herramientas que les permitan comprender mejor el lenguaje audiovisual, sus códigos y sus implicaciones sociales y culturales.

Sin embargo, es fundamental que esta enseñanza no conduzca a una sobrevaloración del audiovisual como único canal de acceso a la cultura. Debería asumirse como parte del entramado cultural, complementando otras expresiones artísticas como la literatura, el teatro o la música. El desafío radica en ofrecer una formación integral que valore cada manifestación cultural en su justa medida, sin que unas disciplinas desplacen a otras.

La educación audiovisual en la primaria debe priorizar la formación de una vocación crítica en los niños. En un entorno donde abundan los contenidos triviales y carentes de valores éticos o estéticos, resulta esencial que los estudiantes aprendan a discernir entre propuestas valiosas y aquellas que se limitan a la espectacularidad vacía. Esto solo será posible si los docentes cuentan con una adecuada preparación para guiar a sus alumnos en la construcción de un pensamiento reflexivo frente a las imágenes.

Asimismo, es imprescindible que esta enseñanza parta de claras jerarquías culturales. No se trata de censurar contenidos, sino de ofrecer a los estudiantes referentes sólidos que les permitan comprender la riqueza del arte audiovisual en sus múltiples manifestaciones. Solo así se logrará que los niños desarrollen un gusto que combine la curiosidad con el criterio selectivo, sin que queden atrapados en la superficialidad de las tendencias efímeras.

La implementación de una asignatura de apreciación audiovisual en la enseñanza primaria en Cuba sería un paso decisivo para preparar a las nuevas generaciones en la interpretación crítica de un entorno cultural cada vez más visual. Dotar a los niños de herramientas para decodificar el audiovisual contribuirá no solo a su formación cultural, sino también a que se conviertan en ciudadanos más conscientes y capaces de interactuar con el mundo que los rodea.