Boxeo cubano y su reto inédito
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Por primera vez desde que asumió el máximo protagonismo desde la década del 70 del pasado siglo, el boxeo cubano tiene el reto de retomar la supremacía en los eventos múltiples del presente ciclo olímpico.
El anterior dejó resultados por debajo de lo esperado tanto en los Juegos Centroamericanos de San Salvador como en los Panamericanos de Santiago y en los Juegos Olímpicos de París por varios motivos, entre ellos la necesidad de “quemar etapas” con jóvenes que todavía no estaban listos para asumir roles protagónicos.
De hecho, la gran mayoría de la actual preselección nacional promedia apenas 21.7 años de edad, luego de la entrada de cuatro mundialistas juveniles del pasado año.
Otro elemento importante es la diseminación del talento en el mundo en cuanto a entrenadores, lo cual provoca que el tradicional estilo de la llamada Escuela Cubana sea mucho más conocido y lo enfrentemos incluso directamente en reiteradas ocasiones.
Este aspecto ya se toma en cuenta por nuestro colectivo técnico, que como parte de una estrategia a largo plazo introduce variaciones en los planes y en la metodología del entrenamiento.
Desde la “finca del Wajay”, el cuartel general de los Domadores de Cuba, se ve con buenos ojos que este sea un año flojo en cuanto a torneos de relevancia, pues les da tiempo trabajar con esta sangre nueva sin la presión de un resultado.
El Campeonato Panamericano y el Mundial serán los principales eventos de este 2025, pero la mira está puesta en recuperar la supremacía en los Centrocaribes de Santo Domingo 2026.
Para eso se realizará a mediados del mes de febrero un Mach de Retadores para definir el ranking nacional en cada una de las divisiones y analizar a los que en marzo acudirían al evento continental y en junio al del orbe.
Los otros compromisos serán las peleas en el circuito profesional de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), cuyo primer exponente debe ser el campeón olímpico Erislandy Álvarez, el joven que demostró el talento existente en el país al saldar con éxito su ascenso al primer nivel sin estar del todo preparado.
Por cierto, aquí hubo un par de cambios importantes relacionados con Cuba, pues en primer lugar varió la fecha en la que Erislandy irá por la revancha contra el tayiko Bakhodur Usmonov, el hombre que lo derrotó el 24 de marzo del pasado año en el primero de los preolímpicos, celebrado en Busto, Italia, y la Noche de Campeones prevista en La Habana el 31 de enero.
Todavía no se sabe la nueva fecha para el combate, primero a ocho asaltos del cubano en el mundillo profesional, y con respecto a la Noche de Campeones, ahora será en Moscú.
Dos nuevos cambios de última hora de la IBA que no le ayudan en nada en su propósito de mantenerse como la principal entidad rectora del boxeo en el contexto olímpico.
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