Mercado de ultralujo en el reino del revés

Una añeja canción infantil de la afamada cantautora y poeta argentina María Elena Walsh anunciaba que “…En el reino del revés nada un pájaro, y vuela un pez …”. Hoy, la propia realidad va recordando a cada paso que sí, que vivimos en el reino del revés.

Así puede constatarse al conocer, por ejemplo, sobre los encendedores más caros del mundo, y aunque los numerosos materiales que sobre ello abundan en Internet no precisan quiénes han sido sus compradores, es de suponer que se trata de individuos necesitados de encender, junto a sus cigarrillos, también su ego y su vanidad.

Foto: tomada de xataca.com

Esa “necesidad” de hacer brillar el estatus junto a la llama de los mecheros ha impulsado al mercado a comercializar dichas piezas que, más que fosforeras, son creaciones de alta orfebrería elaboradas con oro, platino y piedras preciosas a cataratas.

Es el caso del mechero el Montgolfière, de ST Dupont , confeccionado a pedido y como homenaje a la prueba de globo aerostático realizada por los hermanos Montgolfier en 1783, al sur de Francia.

Como alegoría al antiguo acontecimiento, la pieza incluye un globo de porcelana con adornos de oro junto al encendedor, de oro de 24 quilates e incrustaciones de diamantes, con un precio como edición exclusiva que rebasa los 200 mil dólares.

Sin embargo, no es ni mucho menos la fosforera más cara. Existe una, con el Guiness World Records, que en formato de set fue vendida a un empresario de Hong Kong hace cerca de diez años por más de medio millón de euros. Incluye un encendedor de mesa y uno de bolsillo, fabricados ambos de oro macizo y con casi 200 zafiros de entre 9 y 13 kilates incrustados.

Ilustración: Mikel Jaso

Pero no son estas líneas para comentar sobre fosforeras -mucho menos aquí, que hasta comprar fósforos se hace difícil, sin contar lo malos están-, sino para hacer un zoom al llamado mercado de ultralujo.

Es un término que últimamente resuena y, más que el tradicional lujo y la llamada alta gama, se distingue por una extrema calidad, también por trabajos artesanales, y va dirigido a un segmento de mercado bien pequeño y exclusivo.

Tal mercado abarca bienes y experiencias, y sus segmentos más prominentes son los de automóviles, hotelería, y los productos personales. Destaca en esta “burbuja” de ultralujo la categoría que identifican como vivencias.

Foto: Internet

Si hay quienes en el mundo se ven precisados a hacer fila para adquirir productos de primera necesidad, y en no pocas geografías hasta para obtener agua potable, estos empoderados se anotan en listas de espera, aguardando confortablemente en sus mansiones, yates y aviones privados, el aviso de que ya “les toca” acceder a su anhelado producto, que no solo son encendedores por supuesto.
 

Foto: Heintzman

Hay desde una cama flotante magnética,  literalmente, una cama suspendida en el aire gracias a potentes imanes y valorada en alrededor de 1.300.000 euros, un piano de cristal ,cubierto de cristales y brillantes, usado en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, y con el precio de unos 3 millones de euros; un bolso de Louis Vuitton, que cuesta un millón de euros, y hasta ¡un palito para hacer burbujas, hecho al 100 % de plata esterlin!

Foto: Internet

La industria del lujo y del ultralujo anda moviendo más dinero que nunca, al punto de cerrar el 2023 con la cifra récord de unos 1,5 billones de euros,  cerca de un 10% más que el año anterior. Asia y Europa lideraron el crecimiento, mientras las Américas experimentaron una desaceleración en el año.

Proyecciones que miran al 2030 vaticina que el consumo en esa industria tendrá una sólida expansión, que alcanzará para entonces los 2,5 billones. Prevén también que los jóvenes de las generaciones llamadas Y, Z y Alpha serán para esa fecha los principales consumidores del lujo, mientras que las tiendas unimarca y en línea se consolidarán como los principales canales de venta de tales artículos súper exclusivos.

Cabría preguntarse hasta dónde llegará la insensatez en este mundo donde, mientras ese tipo de consumos va en alza, millones de personas agonizan en el planeta a causa del hambre y otras calamidades que bien podrían detenerse con inversiones menores de las que suma ese mercado de ultralujo. 

Ilustración: Eneko

Los siguientes datos explicitan esa dura verdad:

Elaboración: CubaSí. Fuente: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
 

Elaboración: CubaSí. Fuente: Informe Desigualdad S.A. ,enero de 2024

Quienes se dedican a estudiar el ultralujo, indican que este mercado “representa la máxima expresión del refinamiento y la exclusividad en el mundo moderno” ya que “la distinción se convierte en una moneda valiosa en la sociedad”.

Sí, sin duda sus consumidores se distinguen por vivir vanidosamente y de espaldas a muchas realidades de este mundo.

Foto: Reuters

Al dibujar el perfil de dichos consumidores, hay quienes aseguran que “Son individuos que valoran la historia, la exclusividad y la personalización por encima de todo”.  Está claro que para ellos su ego está exclusivamente “por encima de todo”, pero eso de que valoran la historia… ¿cuál historia?, ¿la vergonzosa historia de tanto egoísmo en este reino del revés?