La presidenta de Honduras denunció este jueves que se está fraguando un golpe de estado contra su gobierno, en lo que fue su primera reacción a la ruptura del tratado de extradición con EE.UU., tras las declaraciones injerencistas de la embajadora de ese país en Tegucigalpa.

Castro dijo: «Yo quiero decirles que se está fraguando un plan contra nuestro gobierno, ayer atacaron al jefe en las Fuerzas Armadas y el ministro de Defensa en nuestro país».

Valoró que eso significa «un ataque que no se puede permitir porque debilita a la institucionalidad de las Fuerzas Armadas, [ahora que estamos] enfocados al proceso electoral»

La mandataria recordó que «ya vivimos un golpe de Estado y sabemos lo que eso significa», explicó que «eso significa violencia destierro persecución violaciones en los derechos humanos».

En ese sentido, dijo «prometerle al pueblo hondureño que no más golpes de Estado» y que no va a permitir que «se utilice el instrumento de extradición para intimidar o chantajear a las Fuerzas Armadas de Honduras»