Juan Carlos Balseiro expone Génesis y Apocalipsis

Por estos días, Juan Carlos Pérez Balseiro expone en Matanzas y, en sus propias palabras es como verse en un espejo: a veces es muy difícil verse a sí mismo, generalmente uno es un espejo, pero Matanzas me pone delante de mi imagen y me ayuda mucho para seguir el camino”.

Así lo confesó durante la inauguración, donde también evocó sus inicios en la Casa de Cultura de Ceiba Mocha con Agustín Carmona, su primer maestro. Balseiro es un hombre agradecido y leal, el artista no podía ser menos, así que justamente a sus raíces dedicó la muestra Génesis y Apocalipsis: “No voy a mencionar a todos mis maestros, porque son muchos, incluidos los de escolaridad, pero para ellos es esta exposición y para todos ustedes”.

En la Galería Provincial Pedro Esquerré, de la Atenas de Cuba, las piezas de Balseiro son mucho más esperanzadoras de lo que puede sugerir el título:

“En mi obra hay cosas que pueden parecer negativas, pero me parece que el sentido y la forma en que yo lo enfoco tiene que ver con perseverar, es un enfoque positivo, no la veo deprimente, a pesar del título no creo que sea pesimista.

“Está el bohío, por ejemplo, que fue premiado en el Festival de Cine Pobre de Gíbara en la categoría de video arte, en el 2016. Esta obra tiene muchas referencias a mi casa, la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, el Martí, mi abuela siempre tenía un Martí que le ponía flores, le incorporé a Yemayá por el tema del mar, pero hay mucho referente personal. El hecho mismo ese de que el guajiro sale y a pesar de todo sigue trabajando, es positivo”.

Diría que hay mucha fe en tu obra…

Sí, aunque no soy un religioso practicante como tal, tengo creencias a mi manera, tengo fe en Dios, en muchas cosas, pero muy a mi modo…

Entonces ¿Por qué Génesis y Apocalipsis?

“Yo trabajo mucho el tema del mar. En mi tierra se dice que todo surge del mar, pero también veo el mar en un sentido de muerte, de hundirse, por lo apocalíptico que se presenta el mundo actual en lo económico, político, cultural y Cuba no está exenta de eso. Mi obra tiene una arista también ecológica, por el cambio climático, Cuba es muy vulnerable como isla, tal vez por los años, por la importancia que le doy a la existencia, tiene mucho valor para mí esa arista ecológica”.

Has reunido piezas de diferentes momentos…

“Aquí hay muchas obras que ya considero viejas, van desde el 2012 con Prefiero hundirme en el mar, hasta el 2024. Hace exactamente 20 años, en el 2004, concebí la idea de hacer un paisaje híbrido, yo quise romper ese límite entre lo que está en la tierra y lo que está en el mar, mezclarlo, para crear un paisaje diferente, nuevo, aunque de cierta manera, más psicológico que natural, pero con elementos reales como la palma, el bohío…

“En cuanto al video, yo no sabía el comportamiento de una palma debajo del mar, experimenté con una palmera todo el movimiento, entonces, todo mi trabajo se basa en crear el video, ver físicamente cómo se comportan los elementos y toda la parte psicológica de sentirte debajo del mar…”

¿En general así sucede tu proceso creativo?

Sí, a mí se me ocurre la idea y lo trato de ejecutar realmente en la vida, me apoyo en el video, la fotografía, como documento y a partir de ahí se generan las obras pictóricas, de escultura, dibujo…

¿Cuál es el hilo conductor de una obra tan diversa en cuanto a fechas, técnicas y formatos?

En primer lugar, el tema, pero también te das cuenta visualmente cómo todas corresponden en las tonalidades, cuando tú eres sincero en la creación, por mucho que experimentes, siempre eres tú mismo, como si estuviera condenado a ser yo, con mis sentimientos.