Biden, ¿como el Cid Campeador?
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. JIM WATSON/ AFP
Ante las encuestas que dan apretadamente favorito a Donald Trump sobre Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre próximo en Estados Unidos, los controladores del establishment y el llamado Estado Profundo -que está “por encima de lo divino”- se aferran hasta ahora a la reelección del actual mandatario norteamericano, sin importarles la edad y el deterioro físico y mental.
Biden no ha dado indicios de que tenga intención de hacerse a un lado, y nadie se lo está pidiendo.
En la era moderna, un partido nacional nunca ha intentado reemplazar a su candidato de manera drástica, porque sabe que probablemente fracasaría, por lo cual, prefiere sujetarlo a la silla del caballo, como al Cid Campeador, para que aguante otros cuatro años, siempre estimando que cualquier cosa será mejor que Trump.
Todo esto, por supuesto, es un síntoma de la decadencia de Estados Unidos, y así lo demuestra el tener y mantener de presidente a una persona con claros síntomas públicos de demencia.
Visto desde la distancia, parece bastante evidente que los demócratas tendrían más opciones de vencer a Trump con un candidato diferente a Biden, pero el mandatario ganó todas las primarias y, con más de 3 000 delegados a su favor, fue el elegido para tratar de ganar la reelección. Además, ningún demócrata destacado ha pedido que se haga a un lado y no se conocen reservas serias al respecto.
Ha sido una figura en Washington durante más de 50 años, como senador por Delaware, vicepresidente y ahora presidente. Pero, si es reelegido para un segundo mandato, tendría 82 años en enero del 2025 y 86 al final.
Por ello, Biden se ha convertido en motivo de preocupación para muchos votantes, incluidos algunos que están inclinados a respaldarlo frente al expresidente Donald Trump. Las preocupaciones se amplificaron después de que el fiscal especial Robert Hur publicara su informe sobre la investigación acerca del manejo por parte de Biden de documentos clasificados, donde no se recomendaron cargos, pero se cuestionó la agudeza y la memoria del Presidente.
A pesar de todo, Biden ha defendido su candidatura a la reelección, argumentando que su edad es una ventaja, refutando el informe del fiscal especial y articulando por qué debería ser reelegido, señalando logros como el proyecto de ley de infraestructura bipartidista y la Ley de Reducción de la Inflación, y destacando los bajos números de desempleo nacional.
A su favor también influye que ha engrosado aún más las arcas de la industria armamentística -la mejor que funciona en el país- y, como sionista, ha hecho caso omiso de las protestas contra el genocidio de Israel en la Franja de Gaza, por lo cual tiene todo el respaldo de la dominante banca judía.
¿Qué significa todo esto? Es poco probable que Biden abandone la carrera, especialmente después de su victoria en las primarias demócratas y su compromiso con una probable revancha con Trump.
ESPECULACIÓN QUE SIGUE
Pero la especulación sobre si se retirará de la contienda sigue circulando.
En el caso de que Biden, de alguna manera, se retire, se tendría que seleccionar un nuevo candidato en la convención demócrata de agosto en Chicago.
Nada fácil, porque prácticamente los principales gobernadores o senadores demócratas han descartado la idea de reemplazar al presidente en la boleta este año.
Pero ¿quién podría reemplazar la candidatura de Biden, si él se bajara de la contienda? Veamos:
1.- Kamala Harris, la vicepresidenta, por muchas razones, sería la sucesora natural de Biden para reemplazar su candidatura. Como vicepresidenta, ha trabajado estrechamente con él en todo, desde los derechos de voto hasta la política exterior. Anteriormente fue fiscal de distrito de San Francisco, fiscal general de California y senadora de California, siendo una figura histórica por derecho propio, al ser la primera vicepresidenta negra, indoamericana y mujer. Y se ha convertido en el rostro del desafío de la administración a la serie de restricciones al aborto elaboradas por el Partido Republicano.
2.- Gavin Newsom, exalcalde de San Francisco y actual gobernador de California, lidera el estado más grande del país y en los últimos años se ha convertido en uno de los principales defensores demócratas de Biden. California a menudo es utilizado como contraparte por los republicanos nacionales para contrastar con las políticas conservadoras de estados como Florida y Texas. Pero Newsom ha sido enfático no solo en promover el Estado Dorado, sino también en destacar las posturas políticas demócratas y las victorias legislativas. Asimismo no tiene miedo de llevar sus argumentos directamente al Partido Republicano.
3.- Gretchen Whitmer, gobernadora de Michigan por dos mandatos. Ha ganado muchas batallas políticas. Los demócratas en los últimos años han tenido un buen desempeño en el estado, manteniendo los principales cargos y cambiando el control de la legislatura estatal en las elecciones de mitad de período del 2022. Cuando se postuló para la reelección contra el republicano Tudor Dixon, ganó por casi 11 puntos, reflejo de su amplio apoyo entre el electorado en un estado donde los márgenes suelen ser estrechos.
4.- Amy Klobuchar, senadora de Minnesota, ha servido en el Senado desde el 2007, se postuló para presidenta en el 2020 y tuvo un final sorprendentemente fuerte en las primarias de New Hampshire, superando incluso a Biden y a la senadora Elizabeth Warren de Massachusetts en ese momento. Pero su campaña no pudo obtener el impulso necesario en la primaria de Carolina del Sur para que continuara su candidatura, y abandonó la carrera.
5.- Cory Booker, senador de Nueva Jersey, también se postuló para presidente en el 2020, terminando su campaña en enero de ese año. En un escenario en el que los demócratas tendrían que reemplazar la candidatura de Biden, es probable que él sea parte de la conversación.
6.- Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte. El exlegislador estatal, exfiscal general de Carolina del Norte y actual gobernador por dos mandatos ascendió en las filas del gobierno y a lo largo del camino navegó por divisiones políticas que acosarían a la mayoría de los políticos. En un estado con inclinaciones republicanas, donde los candidatos demócratas tienen que competir en terreno difícil, Cooper, un moderado, ha salido adelante.
7.- Wes Moore, gobernador de Maryland, es un veterano del ejército que fue elegido por primera vez en el 2022. Se ha centrado en gran medida en abordar problemas como la pobreza infantil y la asequibilidad de la vivienda, dos de los desafíos de política pública más difíciles para líderes tanto a nivel estatal como federal.
LA OCTAVA OPCIÓN
Tal como la llegada de un presidente negro no resolvió problema alguno de su raza, tampoco la presidencia de una mujer ayudaría en algo a las féminas, quizás esperanzarlas, porque todo es difícil en una sociedad tan injusta y desigual como la norteamericana.
De todas maneras, un sondeo reveló que el 46% de los demócratas entrevistados se decantaría por Michelle Obama para sustituir a Joe Biden, y asegurar la derrota de Donald Trump.
De acuerdo con el portal alemán Der Spiegel, durante meses ha habido rumores de que Joe Biden "hará un gran gesto al anunciar su renuncia (como candidato) para así proponer a Michelle Obama en su lugar".
Lejos de lo que pueda querer la ciudadanía, la gran muralla se encuentra en los deseos de la también abogada y escritora, ya que Michelle Obama no se ha mostrado interesada en postularse para el cargo presidencial, al tiempo que en el pasado expresó su deseo de mantenerse alejada de la política.
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