Cuba jugó en Kazán el baloncesto del futuro...
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La experiencia de los baloncestistas cubanos asistentes a los I Juegos del Futuro concluyó este martes en esta ciudad rusa, fecha en que tomaron vuelo de regreso a la patria.
Una victoria, dos derrotas, llegar a semifinales y ofrecer uno de los partidos más sensacionales del torneo en general (ligas A y B) quedan en los archivos. Sin embargo, lo aprendido en estos días de nieve, frío y competencia van mucho más allá.
Andy Castellanos, Daniel García, Arle Dayán Zaporta e Ibrain Torres son pioneros, los primeros cubanos intervinientes en una lid internacional bajo el concepto figital.
Integrantes de la preselección nacional de baloncesto de Cuba, debieron dominar en tiempo récord las habilidades para jugar en las computadoras, algo bastante diferente a lo que sucede dentro de una cancha.
Victoria holgada sobre Colombia y derrota cerrada ante Venezuela les abrieron las puertas de las semifinales de la liga B de estos Juegos. Por delante tenían a una maquinaria vietnamita en los comandos y con “mañas” suficientes para marcar y defender en la cancha, más allá de la baja estatura de sus integrantes.
El segmento digital acabó 20-7 a favor de los asiáticos, pero el físico sonrió a los caribeños 19-6. Con un empate a 26 en la pantalla, llegó la “muerte súbita” en tiros libres al aro… Siete rondas debieron realizarse para que los vietnamitas se impusieron 6-5 y continuaran camino al título, que lograron ante los Libertadores de Venezuela.
«El equipo vietnamita es muy fuerte en lo digital, había derrotado al elenco de Rusia incluso. Tenía tremenda preparación y sus jugadores hicieron acciones en el display muy difíciles para nosotros. Su efectividad desde la línea de tres puntos también fue increíble», comentó Julio Altunaga horas después del encuentro, digerido todo lo sucedido en la Expo de Kazán.
«Nosotros lo sabíamos y diseñamos una variante táctica con Arle Dayán, nuestro mejor jugador, pero de todas formas pasamos al partido físico con 13 puntos debajo en el marcador. Estábamos conscientes de esa posibilidad, aunque quizás no tan abierta. Logramos descontar con una entrega física tremenda, pero en los tiros libres se perdió en una serie larga y muy tensa», agregó.
«Estamos tristes por la derrota, queríamos la final y el éxito allí, pero también nos sentimos satisfechos porque las metas trazadas se han cumplido. Sufrimos la brecha digital de que sabíamos. Nos pasó factura ante Venezuela y Vietnam, pero vamos aprendiendo y nuestro juego en cancha es una garantía», agregó el profesor.
Interrogado sobre los aprendizajes, apuntó que «los muchachos se han visto involucrados en un proceso nuevo para ellos. Jugar en computadoras y en la cancha, sentirse seguidos por el público y la prensa, responder preguntas, firmar autógrafos, conceder una foto. Todo eso les sorprende a la vez. Hoy se sienten más cómodo en esas dimensiones. Han logrado procesarlo todo», sostuvo.
«Y en lo deportivo han ganado un nivel técnico-táctico tremendo con algunas sesiones de entrenamiento acá y los tres partidos celebrados. Vieron a jugadores muy preparados y a otros capaces de imponerse ante adversidades como la estatura. Ahí está Vietnam, el equipo más bajito, pero el campeón de la liga B por sus habilidades y la táctica empleada», comentó.
De cara al futuro, Altunaga fue enfático y breve: «En lo adelante habrá que seguir trabajando. Este puede ser el baloncesto del futuro».
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