Venezuela: Regresan las hordas anti-Chávez
especiales
Luego de los claros resultados de las elecciones del 7 de octubre
los enemigos de Venezuela frenaron un tanto sus campañas propagandísticas contra esta.
Pero ahora en fase recuperativa vuelven a las suyas con pretextos sintetizados el sábado por El Nuevo Herald bajo el titulo: Hugo Chávez encabeza un régimen “neo-autoritario”.
Lo divulga el periodista Antonio María Delgado, quien llega a decir que Chávez hace uso de las elecciones para “inyectarse aires de legitimidad”.
Pero va peligrosamente aún más lejos y se atreve a proclamar, supuestamente a nombre de otros, que por ser en verdad antidemocrático “no puede ser removido solamente a través de los votos”.
¿Qué significa eso? ¿Acaso El Nuevo Herald está llamando a imitar a los golpistas de Honduras y Paraguay? ¿O a repetir la experiencia de 2002 cuando la ultraderecha se apoderó durante horas del palacio de Miraflores?
Delgado amplifica opiniones manifestadas en un foro organizado por la Universidad de Miami respecto a la falta de democracia en las elecciones efectuadas en Venezuela el 7 de octubre porque impidieron el triunfo de la oposición.
Uno de los participantes citados por el Herald dijo que el chavismo realiza frecuentes comicios e incluso en algunos permite la competencia de la oposición “para mantener una apariencia democrática en la arena internacional”.
Menciona a la profesora Natalia Brandler cuando se aventuró a manifestar sin probarlo que el ministro venezolano de Defensa, Henry Rangel Silva, advirtió que la Fuerza Aérea Nacional no aceptaría un gobierno de la oposición.
El único valor de tales conductas es que alertan mejor hasta dónde llegan ciertos enemigos de la Revolución bolivariana de Venezuela y la forma que exigen ser enfrentados.
Hubo alguien que discrepó de las versiones echadas a rodar por lo más rancio de la ultraderecha: Henrique Capriles Radonski, el candidato presidencial de la titulada Mesa de la Unidad Democrática.
Lo hizo el 25 de octubre último durante una entrevista radial amplificada por El Nuevo Herald al reiterar que no hubo fraude en los comicios efectuados 18 días antes en Venezuela.
Cuarenta y ocho horas más tarde el jefe de su campaña electoral, Leopoldo López, declaró en rueda de prensa que no podía hablarse de fraude en esos comicios.
“No eran los resultados que esperábamos, pero no ganamos porque no obtuvimos la mayoría de los votos”, aseguró López corroborando así lo dicho por Carriles la misma noche de su fracaso.
Algunos recordaron que 8 años antes, en ocasión de tener lugar allí elecciones solicitadas por la oposición para ratificar o revocar la presidencia de Hugo Chávez, hasta Washington admitió la validez de su triunfo.
Esto último sucedió el 23 de agosto de 2004, cuando el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Adam Ereli, en rueda de prensa dijo textualmente:
…“la OEA y el Centro Carter efectuaron una auditoria de los resultados de la elección. En nuestra opinión, los resultados de la auditoria fueron consecuentes con los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral el 16 de agosto”.
(…) “Aplaudimos la importante contribución de la OEA y el Centro Carter al proceso del referendo y nuevamente felicitamos al pueblo de Venezuela por su pacífica participación cívica en este proceso y su demostrado compromiso con la democracia”.
Ahora el 16 de diciembre habrá comicios regionales en esa nación suramericana para elegir 23 Gobernadores y entre sus candidatos figura Capriles, porque confía en la seriedad del proceso.
La horda anti-Chávez, sus promotores y su filial en Miami podrían llegar a ser llevados hacia dos opciones: innovar su discurso y actuación o continuar fragmentándose gota a gota.
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