EE.UU.: Donde los ricos no pagan impuestos

No será la primera ni la última vez que se escriba de cómo en Estados Unidos quienes más tienen menos impuestos pagan y muchas veces ni eso.

No es la historia de Al Capone, un tristemente célebre jefe mafioso de origen italiano en Chicago con crímenes inenarrables, sin que respondiera alguna vez por ello. Sólo fue que descubrieron que no pagaba impuestos, y por ello fue a prisión, donde murió a los seis años de estar preso.

También otro ejemplo, este más digno, el del primer pelotero norteamericano que ganó 100 000 dólares por temporada, y 64 000 de ellos tuvo que pagarlo de impuesto. Se trata de Ted Williams, “Don Teodoro”, como le apodaba el narrador deportivo venezolano Buck Canel. El jardinero de los Medias Rojas de Boston vino con su yate durante años a Cuba, en la etapa revolucionaria, para pescar en las aguas del espirituano río Zaza.

Era otra época, porque ahora el Estado norteamericano otorga privilegios a los más ricos, sembrando la falsa propaganda de que a ellos se debe que Estados Unidos sea la nación más democrática y fuerte militar y económicamente del mundo.

De ahí que el periódico dominicano El Día preguntara por qué los ricos no pagan impuestos en Estados Unidos, a pesar de que el sistema de producción dominante allí es el capitalista, cuando sí lo hacen los trabajadores y demás sectores que participan en la producción.

Una investigación reciente demuestra que los impuestos pagados por los 25 personajes más ricos de Estados Unidos, comparándolo con el valor del incremento de su riqueza, analizada en un reporte periodístico, evidencia que en los últimos años apenas pagaron el 3,4% en impuestos, cuando sus ganancias se incrementaron en 401 000 millones de dólares.

Jeff Bezos, considerado el hombre más rico del mundo, no pagó un solo centavo federal de renta. Desde el 2018 Elon Musk, identificado como la segunda persona más rica del planeta, tampoco pago un centavo de renta; en ese mismo listado se encuentran Michael Bloomberg y George Soros, quienes no reportaron pagar nada de renta en los últimos cincos años. Warren Buffet reveló públicamente que había pagado 6,9 millones de dólares en impuestos federales el año pasado; sin embargo, frente al incremento de su fortuna personal de 3 000 millones de dólares, eso es una bicoca.

Esto demuestra, de acuerdo a los registros del Interna Revene Servicie (IRS) como estos multimillonarios norteamericanos pagan solo unas migajas con relación a los grandes ingresos que obtienen durante el año fiscal, mientras que los trabajadores pagan el 37% de sus ingresos.

O sea, la conclusión final de esta lógica, destaca que los multimillonarios norteamericanos, que representan el 1% de la población, han logrado acumular esa descomunal fortuna, a partir de procedimientos “legales”, es decir, como dice el refrán popular: el que hace la Ley, hace la trampa.  Las inverosímiles ganancias no están definidas por las normas tributarias de Estados Unidos; como ingresos sujetos a impuestos federales de igual proporción para ricos y pobres.

BIDEN PRETENCIOSO

El inusual atisbo de las tácticas de los principales multimillonarios del país sucede cuando el presidente Joe Biden intenta revisar el código fiscal para que las corporaciones y los más adinerados paguen más. Biden ha propuesto elevar la tasa marginal máxima de impuesto sobre la renta de 37% a 39,6%, lo que daría marcha atrás a la rebaja que introdujo el expresidente Donald Trump con sus recortes fiscales del 2017.

Los documentos y las conclusiones del análisis podrían volver a encender los llamados para que Biden considere imponer un impuesto a la riqueza, dado que elevar la tasa marginal máxima lograría poco para elevar la cuenta impositiva de los 25 estadounidenses más ricos.

Chuck Marr, director sénior de política tributaria federal en el Centro de Presupuesto y Prioridades Políticas, dijo que los datos de impuestos privados llaman la atención sobre el enfoque relativamente modesto que Biden propone, al considerar el grado en que el código tributario recompensa la riqueza y castiga el trabajo.

“Algunas de las soluciones se suelen presentar como agresivas”, dijo Marr. “Lo que es realmente radical es la circunstancia actual”.

Legisladores como la senadora Elizabeth Warren, demócrata por Massachusetts, han defendido la idea de imponer un tributo del 2% sobre el patrimonio neto de una persona por encima de los 50 millones de dólares, incluyendo el valor de las acciones, las casas, los barcos y cualquier otra propiedad, después de restar cualquier deuda.

Warren calificó las revelaciones fiscales de “profundamente impactantes” y dijo que reforzaban el hecho de que los legisladores deberían pensar en la riqueza más que en los ingresos al redactar la política fiscal.