Mucha burundanga con Celia Cruz y Lola Flores (+ FOTOS)

En este país todo el mundo ha escuchado que Songo le dio a Borondongo, que Borondongo le dio a Bernabé, que Bernabé le pegó a Muchilanga, le echó burundanga y le  hinchó los pies…

Pero otra cosa es cantarle eso a un extranjero, probablemente le suene a jerigonza. Detrás de la retahíla, sin embargo, puede haber una historia bien singular. En Burundanga, el espectáculo que Teatro de las Estaciones y Teatro Okantomí presentan todo este mes en la sala Llauradó, Celia Cruz se la quiere contar a Lola Flores, para convencerla de que canten juntas la canción en Nueva York. 

Ese es el punto de partida de este “lío con actrices y muñecos para una Reina y una Faraona”, escrito por Luis Enrique Valdés Duarte y dirigido por Rubén Darío Salazar.

El hecho de “convocar” a la escena a dos personajes  tan singulares con toda la carga de divismo y hasta excentricidad (en el mejor sentido de los términos) de las cantantes, ya es un reto arduo, pues la caracterización debe tener en cuenta la imagen que durante muchos años “cultivaron”. 

Sara Miyares y Maribel García Garzón lo consiguen, a pesar de que la primera no se parece mucho físicamente a Celia, y la segunda es mucho más joven que la Lola que encarna. La clave está en evitar el   calco, la caricatura. Siguiendo ese camino, Miyares, por ejemplo, tiene momentos de emocionante organicidad. 

Además de aparecer ellas mismas en escena, tienen que lidiar con la manipulación de títeres de varias técnicas en un montaje que, afortunadamente, asume esta circunstancia de una manera lúdica, haciendo al público testigo de todo el proceso.
  

La historia es sencilla y muy imaginativa. No hay demasiado regodeo en los conflictos existenciales de   las dos artistas, solo las pinceladas justas para ofrecer un retrato equilibrado y juguetón. Quizás haya demasiadas digresiones —todas intencionales—; al final diluyen un poco la consistencia de la trama principal. Pero la entrega de las intérpretes salva esos escollos. 

Los diseños de muñecos y vestuario, a cargo de Zenén Calero, son hermosos y funcionales, tributan a esa tradición del Teatro de las Estaciones, que ha hecho de la plasticidad de sus títeres un sello.  

Burundanga, una puesta de títeres concebida para los adultos, se presenta los martes, miércoles y jueves, a las 6:00 p.m.