Investigador holandés advierte sobre un violento terremoto y tsunami en unos días e identifica su ubicación
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El sismólogo holandés Frank Hoogerbeets se ha convertido en los últimos días en una figura destacada en el mundo de la predicción de terremotos.
Sus controvertidos pronósticos han llamado la atención, particularmente después de que se reveló que había predicho un gran terremoto pocos días antes de que un devastador terremoto azotara Marruecos, provocando importantes víctimas y desplazamientos.
En sus actualizaciones más recientes publicadas a través de la cuenta de redes sociales de la agencia geológica SSGEOS, Hoogerbeets predijo la actividad sísmica futura.
Advirtió sobre la posibilidad de que se produzcan grupos de sismos fuertes entre el 15 y el 17 de septiembre, con potencial de que la actividad sísmica alcance magnitudes superiores a 6 y 7 en la escala de Richter del 19 al 21 de septiembre.
Hoogerbeets también advirtió a quienes viven cerca de las costas de Portugal, España o Marruecos, ya que cree que una actividad sísmica significativa en estas regiones podría provocar tsunamis. Destacó la importancia de la concienciación y la preparación.
El sismólogo holandés ha defendido constantemente sus métodos de predicción, que se basan en los movimientos y alineaciones de los planetas.
Él cree que existe una correlación entre estos eventos celestes y la actividad sísmica en la Tierra.
Según Hoogerbeets, cuando ciertos planetas y la luna se alinean de maneras específicas, puede provocar grupos de terremotos más fuertes. Destaca que se trata de un fenómeno conocido en sismología, donde los períodos de intensa actividad suelen ir seguidos de una calma relativa.
Las repetidas predicciones de Hoogerbeets han generado preocupación mundial e incluso pánico en algunos casos.
Esta ansiedad se ve alimentada por sus afirmaciones de haber predicho con éxito terremotos o temblores antes de que ocurrieran, incluido el devastador terremoto en Turquía el 6 de febrero del año anterior.
Había pronosticado ese terremoto sólo tres días antes de que se produjera, lo que provocaría más de 50.000 muertes y decenas de miles de heridos y desplazamientos.
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