Nacidos para tocar rock
especiales
Fueron Sergio Fabián Ramos Armas y Dairon Abreu González los primeros en imaginarse cómo sería el despegue de la banda Dead Point. Venían juntos de Perfect Clone, un grupo fundado en aquella época en que ambos estudiaban en el habanero politécnico Osvaldo Herrera.
Dead Point les tomó los dos músicos mucho tiempo para formarlo y algunos contratiempos. Pero aquel memorable 8 de enero del 2007 les quedó “tatuado” en la memoria. En esa fecha fue constituida la agrupación, una fiel defensora de la vertiente hardcore y que tiene como objetivos principales los de “lograr que las letras tengan un mensaje educativo y que el público se vea reflejado en ellas, y contar con una proyección escénica de alta calidad”.
Al hacer un repaso por la trayectoria del grupo, puede señalarse que estuvo estrechamente vinculado al proyecto comunitario de transformación integral del barrio capitalino de La Ceiba, donde realizaron un sinnúmero de conciertos.
Estos noveles artistas, miembros de la Asociación Hermanos Saíz, han compartido escena con agrupaciones de la talla de Chlover, Escape, Hotzone, Agonizer, Médula y Acunpunktura. Asimismo, el sonido de Dead Point ha hecho vibrar los festivales Rock Revolución -efectuado en el municipio Guanajay-; y Cybermetal UCI -de la Universidad de Ciencias Informáticas-, ambos celebrados en 2009.
Para adentrarnos la obra musical de estos jóvenes y hurgar en sus nuevas propuestas, Cubasí dialogó con ellos.
—¿Cuáles fueron los comienzos musicales de Dead Point? ¿Tienen alguna formación musical académica?
—Dead Point: Todos nuestros integrantes son empíricos, de formación autodidacta. El grupo surge a raíz de la separación de un proyecto que tenían Sergio Ramos (actual guitarrista y director), y Dayron Abreu (cantante). El estilo musical del proyecto inicial era muy distinto al que nuestra agrupación practica ahora.
—¿Por qué nombrarse “Punto muerto”?
—DP: Realmente la banda no es más que el punto en que nos encontrábamos al comenzar este proyecto, ya que no teníamos ningún tipo de condiciones para organizar lo del grupo, por no tener equipos, músicos, ni un espacio para ensayar. Eso nos mantuvo en un punto muerto por un largo período.
—¿Por qué el escogieron la vertiente hardcore?
—DP: Siempre hemos intentado buscar un sello, quizás con algo de originalidad y que diferencie nuestro estilo. Es por eso que decidimos adentrarnos en varios géneros musicales, logrando así una fusión dentro de varias vertientes del metal, como son mezclar el metalcore, el deathcore, el hardcore y algunos sonidos electrónicos, buscando un estilo más propio.
—Fue el Premio Cubadisco 2011 en la categoría Metal por el álbum Palabras vacías, un momento importante para ustedes. ¿Cuánto les ha repercutido en su carrera?
—DP: Ha sido, sin duda, el momento más importante que ha tenido la banda en sus ya casi seis años de fundada. Esa noche, todos saltamos de alegría en el teatro Karl Marx, y siempre estará en la memoria de cada uno de nosotros. Consideramos que Palabras vacías fue un disco muy elaborado, a cuenta de mucho esfuerzo y sacrificio. Haber ganado este premio nos estimuló profundamente y ha sido una experiencia muy gratificante, conociendo que pocos grupos de este género han obtenido tal reconocimiento.
—¿Qué presupuestos artísticos y estéticos persiguieron con este disco?
—DP: El propósito fue plasmar nuestro propio estilo en la música que realizamos. Desde los inicios nos han influenciado el hardcore y deadmetal, pero en este álbum incursionamos con nuevas sonoridades que provienen del metalcore y deathcore, entre otros. Aquí incorporamos efectos electrónicos y voces melódicas, tratando de obtener un producto más fresco y original.
“Nos hicimos acompañar de una imagen diferente al clásico “metalero”, aunque siempre sin perder la agresividad de nuestra música y la euforia que generamos en nuestras actuaciones. La calidad sonora de este álbum influyó decisivamente en nuestro propósito, una responsabilidad correspondió a los estudios Deep Records”.
—No podemos olvidar que Born to kill fue un primer paso en la corta carrera discográfica del grupo.
—DP: Lo fue. Siempre cumplió con un objetivo bien claro: promocionar al grupo y darnos a conocer dentro del público que consume este género. Pensamos que cumplió las expectativas, aunque no fue el disco que lanzó la banda a la popularidad.
—El rock gana cada vez más seguidores en la escena nacional, sin embargo, pediría que analizaran qué le falta al género para ganar en popularidad.
—DP: Que las mismas bandas trabajen más fuerte en la promoción. Luchar porque cada día nos abran más puertas y nos den más espacios tanto radiales como televisivos y, aunque sabemos que estamos en un país mayormente desvinculado de las raíces metaleras, hay que seguir trabajando fuerte para que el movimiento crezca y no se pierda la calidad del metal cubano.
—Recientemente un reconocido defensor del género debatía en los medios sobre una preferencia que observaba entre quienes comienzan en el rock. "Hay cierta tendencia a tocar el metal extremo", decía. ¿Qué piensa Dead Point sobre ello?
—DP: Pensamos que el rock, como casi todos los géneros musicales, ha evolucionado desde sus inicios. Todas las generaciones imponen sus gustos musicales y en los últimos 20 años esta música, a nivel internacional, se ha radicalizado hacia el metal.
“La tendencia a tocar metal extremo se encuentra acorde con estos tiempos donde esta sonoridad va dirigida mayoritariamente a un público joven, su apasionado consumidor. Si estos jóvenes decidieran emprender un proyecto de banda de rock, sin duda, apostarían por el metal extremo”.
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