Tradición bicentenaria ampara censo cubano de 2012
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Con una tradición bicentenaria en censos, Cuba da hoy los pasos finales para el estudio correspondiente a septiembre próximo, que espera dilucidar datos más allá de la tendencia a la disminución y el envejecimiento de la población.
Además de los datos frecuentes tomados por los estudios, en esta ocasión se espera una pormenorizada información sobre la situación del millón de graduados universitarios cubanos desde la Revolución en 1959.
La capacitación de los 59 mil estudiantes de enseñanza técnico-profesional y 10 mil profesores involucrados en el acopio de la información se cuentan como una de las acciones fundamentales.
Antes, el 15 de agosto, se abrirán unas mil 500 áreas censales, en cuyas oficinas laborarán por tres meses 15 mil 700 personas que responderán por las operaciones de preparación, ejecución y control del estudio, el cual se efectuará del 15 al 24 de septiembre próximo.
La pesquisa, la décimo octava en el país, permitirá actualizar los niveles poblacionales en un momento complicado de su evolución, pues cuatro de los seis años en que han decrecido los cubanos se concentran desde el anterior levantamiento, en 2002, a la fecha.
Tras disminuir levemente en 2006, 2007, 2008 y 2010, los residentes en la nación antillana vivieron un repunte el año pasado, pero las proyecciones de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) dan cuenta de una probable disminución al término de esta década.
Como tendencia se espera una mengua de 0,7 por ciento de los 11,2 millones de habitantes del país entre 2015 y 2020, coincidentemente cuando el porcentaje de mayores de 60 años de edad será el más alto de América Latina, al superar la cuarta parte de la población.
Los anteriores retrocesos poblacionales fueron en 1899, tras el fin de la guerra de independencia contra el colonialismo español, y en 1980, cuando se produjo la emigración hacia Estados Unidos de más de 125 mil personas y el país superaba los 9,6 millones.
En cuanto a la vivienda, se actualizarán los datos sobre su estado y déficit, especialmente después que tres huracanes en 2008 afectaron un millón de las 3,9 millones existentes.
UN POCO DE HISTORIA
Indicios apuntan a que el primer inventario se realizó hace casi seis milenios en Babilonia, en 3800 antes de nuestra era (a.n.e.), ocho siglos después se produjo en China y ulteriormente, en 2500 a.n.e., en Egipto.
En la región, sin embargo, Cuba inauguró esos estudios en 1774.
Como promedio cada 13 años se produjeron registros de población en la nación con una historia de 238 años en encuestas de ese tipo, pero en casi la mitad de las ocasiones las convocatorias demoraron más tiempo.
El segundo, en 1792, tardó tres sexenios en realizarse, y el tercero en 1817, esperó un cuarto de siglo para materializarse, hasta ahora la mayor separación entre uno y otro.
En tardanza le siguió el de 2002, 21 años después que el anterior, a causa de la aguda crisis económica que vivió Cuba en la década de los 90 del siglo pasado.
Los gobiernos demoraron en otras cuatro oportunidades más del promedio para establecer estos muestreos, en 1841, 1861, 1877 y 1970, por causas como las guerras, situaciones económicas adversas o dependencia de convocatorias coincidentes con otras naciones europeas durante el período colonial (1492-1898).
Además de enumerar a las personas por sexo y edad, estado civil y tipo de actividad económica, los censos de población actuales incluyen lugar de nacimiento, nacionalidad, lengua materna, nivel de escolaridad, religión, origen étnico y datos sobre la vivienda.
Los primeros cuatro levantamientos realizados aquí -en 1774, 1792, 1817 y 1827- son considerados por la historiografía cubana como inadecuados dadas las técnicas defectuosas empleadas, incluidas la exclusión de sectores como los esclavos, y la escasez de datos económicos y sociales recogidos.
Junto a los primeros cuatro muestreos, los de 1841 y 1846 se realizaron mediante decreto de los capitanes generales. Las pesquisas de 1861, 1877 y 1887 se celebraron por real orden de la metrópoli, coincidiendo con los efectuados en Europa.
Cuba efectuó otros estudios en sendos períodos de ocupación de Estados Unidos; el primero en 1899, tras el fin del dominio ibérico en el país, y el segundo en 1907, durante la primera intervención militar en la etapa republicana.
Antes de la Revolución se celebraron otros cuatro censos, tres de ellos convocados por presidentes de reconocida línea represiva contra su pueblo: Gerardo Machado (1925-1933), en 1931, que nunca publicó sus resultados, y dos por Fulgencio Batista (1940-1944 y 1952-1958), uno en 1943 y el otro en 1953.
La característica fundamental del asiento de 1953 fue que se cumplimentaron los acuerdos internacionales del proyecto "Censo de las Américas de 1950", convocado por la Organización de Estados Americanos (OEA) y por primera vez aquí se incluyó un estudio de la vivienda.
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