CENTENARIO: Un hombre que tenía mucho para contar

Cien años se cumplen hoy del nacimiento de uno de los más populares cronistas de su tiempo: el dramaturgo y periodista Enrique Núñez Rodríguez, columnista del periódico Juventud Rebelde, libretista de la radio y la televisión, autor de recordadas comedias para el teatro y de varios libros en los que compiló textos de fino y criollísimo humor, en los que narraba peripecias de su vida y de las de sus contemporáneos.

A Núñez Rodríguez lo quería todo el mundo, porque él se hacía querer. Enemigo de poses intelectuales, ajeno a formalismos y protocolos estériles, se sabía un hombre de pueblo... y a ese pueblo le dedicó su creación.

Pocos han logrado descubrir esencias de la identidad nacional con la gracia en que lo hacía Núñez Rodríguez. En sus crónicas, que muchas veces partían de pequeños acontecimientos, lograba un retrato convincente de figuras más o menos populares, que el estilizada con sus notas de color.

La comedia fue su ámbito. Su amor fue el teatro vernáculo, popular, cubano desde la raíz.

En su natal Quemado de Güines, Núñez Rodríguez es un auténtico prohombre, un orgullo local. Y miles de lectores lo recuerdan y lo extrañan. Leer sus páginas deliciosas es un ejercicio placentero y evocador. La Cuba que recreó Enrique Núñez Rodríguez no es el paisaje geográfico, sino el humano. Las personas que hacen (que son) un país.