Febrero: el mes que seduce y enamora
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De los doce meses de nuestro calendario gregoriano —vigente desde 1582—, febrero presume de ser el más seductivo. Varios atributos lo hacen pavonearse de esa condición: es el único que posee solo 28 días y cada cuatro años, 29.
Tal excepcionalidad se define como año bisiesto y fue establecido para sincronizarse con el ciclo solar (la Tierra tarda 365 jornadas, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos en dar una vuelta alrededor del Sol).
Foto: Tomada de Cubahora
Proveniente del latín februārĭus, febrero tiene su origen en la palabra februa, apelativo con el cual en la antigua Roma se designaba una fiesta de purificación que ocurría a mitad del período.
Y hablando de romanos, para ellos febrero estaba bajo la protección de Neptuno. Además de identificarlo con símbolos que indican que es el mes de las lluvias. En él coincide el signo de Piscis representado por dos peces nadando en sentidos opuestos
Pero este mes es, asimismo, el único que consagra un Día a los Enamorados o al Amor. Así, el 14, solteros y amantes conjuran los sentimientos en nombre de San Valentín, y se prodigan juramentos, promesas y confesiones listas para sentencia.
Y si de amores se trata, de acuerdo a una curiosa tradición, en Irlanda se permite a las mujeres pedir la mano en matrimonio a los hombres, pero solo el 29 de febrero, o sea, cada cuatro años.
Según dice la leyenda, este acto de petición comenzó durante el siglo V cuando ellas se hartaron de esperar que sus parejas le propusieran casamiento.
Dicen que por tal demora Santa Brígida se quejó con San Patricio quien determinó la práctica de que al llegar el bisiesto las damas podían solicitar a un caballero contraer nupcias.
Así corrió la costumbre hasta nuestros días. Hoy, además de Irlanda, mujeres de varios países cumplen a pie juntilla la sagrada petición amorosa: anillo mediante, ella se arrodilla y cumple el ritual.
Foto: Tomada del diario El País. Sandra Bullock y Ryan Reynolds, protagonistas de la película La proposición.
Sin embargo, parece que no todas logran el happy end de los cuentos de hadas. De ahí que, desde la propia antigüedad, se estableció que si el varón rechaza el ofrecimiento deberá compensar a su chica con un apasionado beso, un tejido para confeccionar una falda o le obsequiará dinero.
La hermosa y osada tradición irlandesa puede parecer una utopía en esta isla caribeña. Sin dudas, aquí sería todo un reto que alguna mujer se arriesgara a desafiar el honor machista de un hombre pidiéndole matrimonio.
Foto: Tomada de https://es.wikihow.com/
Y aunque 2023 no marca el año bisiesto que exige la leyenda, tal vez este 14 de febrero valdría la audacia de reafirmarlo también "único" si una cubana cayera de hinojos ante su cubano, anillo en mano, y le pidiera: “¡¿te quieres casar conmigo?!”
¿Quién sabe?
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